Los narcotraficantes mexicanos han modificado la manera en la que transportan drogas al implementar el uso de avionetas más avanzadas y más rápidas: el cambio más notable está en la transición de aviones de hélice a aviones de turbina, aseguró Armando Ruiz Ayala, jefe del área de operaciones del Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
Ruiz Ayala declaró a El Universal que un avión incautado por el Ejército mexicano en Mahahual, Quintana Roo, en enero de este año, transportaba alrededor de una tonelada de cocaína. Además, poseía la capacidad de evitar los radares y aviones de caza de la FAM.
El crimen organizado en México no ha dejado de utilizar aviones pequeños y de hélice, sin embargo, ahora también utilizan aviones marca Gulfstream, Learjet, y Hawker para transportar armas, dinero, y drogas de Sudamérica a México y, finalmente, a Estados Unidos.
Los narcotraficantes, según el jefe de operaciones del SIVA, están “modificando la manera en la que operan, antes utilizaban avionetas pequeñas, de hélice, pero actualmente utilizan aviones con motores de turbina, con una mayor velocidad y mayor capacidad de carga”.
Sin embargo, añadió que el gobierno federal cuenta con la tecnología necesaria, como radares y aviones de caza, para detectar aeronaves ilegales. Por ejemplo, una flota de tres aviones puede formar un escudo que obliga a los pilotos, que trabajan para los cárteles, aterrizar en Guatemala o Belice y no en México.
“México cuenta con un escudo aéreo que le permite detectar cualquier vuelo irregular o sospechoso. Cuando se dan cuenta, no se atreven entrar al espacio aéreo mexicano porque saben que serán detectados e interceptados, por lo cual aterrizan antes”, dijo.
En promedio, las autoridades mexicanas detectan tres vuelos irregulares cada mes en la frontera sur del país. La mayoría de éstos provienen de Venezuela. Sin embargo, una mayor cantidad ha sido registrada desde enero de este año: nueve aeronaves ilegales fueron identificadas en ese mes.
Desde que comenzó el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre de 2018, el gobierno ha registrado 630 vuelos irregulares, de los cuales 80 fueron catalogados como ilegales.
La administración de López Obrador ha incautado armas, aviones, y drogas con un valor de aproximadamente 3,500 millones de pesos.
De acuerdo con Ruiz Ayala, la Fuerza Aérea Mexicana y el gobierno federan han identificado las rutas de vuelo y aterrizaje utilizadas por grupos de crimen organizado. La ruta más común es Venezuela-Nicaragua-México, y la mayoría de estos vuelos aterrizan en las entidades federativas de Chiapas, Tabasco, y Quintana Roo utilizando pistas de aterrizaje clandestinas, aeródromos ilegales, y campos de alfalfa.
Una práctica común de los pilotos que trabajan para los cárteles es incendiar los aviones una vez que se transportaron, de manera exitosa, las drogas.
El espacio aéreo nacional está protegido por el Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA), la tecnología para detectar vía satelital aeronaves sin permisos de vuelo que trasladan droga y dinero ilegal.
Cuenta con 80 elementos de su personal que trabajan las 24 horas, los 365 días del año. Llevan a cabo acciones de control, cómputo, comunicaciones, inteligencia, reconocimiento y permiten tomar decisiones en tiempo real en operativos de seguridad mexicanos.
Este centro permite detectar todas las aeronaves que sobrevuelan el país y sean sospechosas de actividades ilícitas, gracias a sus acciones se han podido decomisar más de siete toneladas de droga, armas y millones de pesos en lo que va de esta administración.
En los vuelos frecuentemente se decomisan cantidades de metanfetamina, marihuana, cocaína y heroína, según un reporte del Sistema Integral de Vigilancia de la Fuerza Aérea. La mayoría de los vuelos se detectan en Sinaloa y Durango, así como también en la frontera sur.
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