“Yo ordené que se detuviera ese operativo y se dejara en libertad a ese presunto delincuente”. Se trata de la declaración que hizo la semana pasada el presidente Andrés Manuel López Obrador en referencia al “Culiacanazo”, el operativo militar ocurrido el 17 de octubre de 2019 en Sinaloa, en el que se detuvo a Ovidio Guzmán –hijo de ‘El Chapo’ Guzmán– pero que momentos después fue liberado tras una serie de hechos violentos que se desataron en la capital culiacán.
En el artículo “Ovidio sonríe” que publicó esta semana Reforma se detallan cuatro motivos por los que esta declaración del presidente resulta preocupante.
Uno: “Confirma que el ‘Culiacanazo’ sigue siendo fuente de mentiras y verdades a medias de parte del gobierno federal y el mismo Presidente”. Y explican que los hechos se han informado a la ciudadanía como el “operativo de rutina”; luego un “encontronazo casual”; después el “operativo planeado”; acabando en el “operativo fallido”.
El texto hace referencia de que en un primer momento se reportó que la decisión de detener el operativo y liberar a Ovidio había sido consensuada por el Gabinete de Seguridad. Y citan al secretario Alfonso Durazo que entonces dijo a senadores: “Los integrantes del gabinete de seguridad, mi almirante Ojeda, el General Sandoval y un servidor tomamos la decisión, de común acuerdo, del repliegue de nuestro personal, aún cuando no fuese posible en virtud de las circunstancias de llevar detenido al perseguido”.
Dos: “El Presidente insistió en su justificación de detener el operativo para evitar muertes civiles”, y recuerda el texto que el operativo dejó al menos 8 muertos, 16 heridos, 51 reos evadidos, así como “una profunda marca en el imaginario colectivo sinaloense. De eso nadie, absolutamente nadie, se ha hecho responsable. Ninguna sanción, ninguna renuncia”.
Igual se destaca que “arreglaron un problema creado por ellos mismos”, al evitar la muertes de 11 militares secuestrados por integrantes del Cártel de Sinaloa en cinco puntos del estado. También se indica que aunque el Ejército estaba en condiciones de armamento y personal de ganar la batalla en la zona del operativo, “no podían arriesgar más las vidas de los militares y sus familias. No fue una elección: no tenían de otra”.
Tres: El texto cuestiona el motivo por el cual López Obrador revive ese tema justo en estos momentos, en plena alza de contagios y muertes por la pandemia del COVID-19, la crisis económica y su caída en popularidad.
“¿Para qué? Para enfatizar que él manda... como si no lo supiéramos”.
Cuatro: “y lo más grave, el Presidente confirma que las decisiones en un operativo de esa naturaleza al interior de las fuerzas armadas las toma él. Que no hay órgano colegiado, trabajo en equipo, ni deliberación; sino personalismo y concentración de poder”.
Y la columna en este punto insiste en que el mandatario solo refrenda la unilateralidad en la toma de este tipo de decisiones. y consideran también que “el gabinete de seguridad está dispuesto a avalar esa simulación y mentir sobre ella a la sociedad y el Congreso”. Ante esto, el texto recuerda que en estos días se aprobará el acuerdo que en pocas palabras “confirmará al ejército como la institución encargada de la seguridad pública en México los próximos cinco años”.
La columna concluye: “con un mensaje a destiempo e innecesario sobre su papel en el fallido operativo que puso al estado mexicano a merced del Cártel de Sinaloa, el Presidente se atrinchera: yo ordené. Mientras tanto en Sinaloa, el narco celebra. Ovidio sonríe: lo liberó el Presidente”.
Por otro lado, el mensaje sí coincidió con un escena similar ocurrida el fin de semana, con los hechos violentos registrados en el estado de Guanajuato, a raíz de la detención de la madre, la hermana y la prima de José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, grupo delictivo dedicado principalmente al robo de combustibles.
Y aunque a través de redes sociales se difundió la amenaza que “El Marro” hacía al gobierno federal por dichas detenciones, esta mañana en su habitual conferencia matutina el presidente López Obrador reiteró su postura sobre esas acciones.
“Poco a poco se van a ir dando cuenta de que tenemos que purificar la vida pública, estaba muy descompuesta la situación económica social, política del país , por eso es la transformación (...) y aquí aprovecho para hacer un llamado a la gente, para que no se proteja a la delincuencia, antes podía existir la justificación de que no había cómo tener ingresos porque el gobierno estaba al servicio de una minoría rapaz, pero ahora el gobierno está atendiendo las demandas del pueblo”.
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