Rafael Caro Quintero, el Narco de Narcos, es el traficante por el que el Gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa más alta, incluso, muy por encima de la ofrecida por otros traficantes de drogas, como Ismael el Mayo Zambada, Nemesio Oseguera Cervantes el Mencho y que por el dictador venezolano Nicolás Maduro.
Para EEUU, su cabeza tiene un precio de USD 20 millones, pero, además, también significa una especie de trofeo, ya que se lo acusa del asesinado del ex agente de la DEA Enrique Kiki Camarena Salazar, en 1985, crimen por el que estuvo preso en México durante más de 29 años.
Uno de los agentes estadounidenses que no ha cesado en la persecución de Caro Quintero es Mike Vigil, ex director de de la DEA y amigo personal de Camarena.
Vigil describe al Narco de Narcos como un hombre con poca educación, pero muy inteligente, y que a pesar de haber estado en prisión por casi tres décadas tiene la capacidad para hacer que el tráfico de marihuana vuelva a ser un negocio y, más aún para la organización criminal que presuntamente estaría dirigiendo desde Sonora, junto con su hermano Miguel, que en 2019 fue deportado a México tras cumplir una sentencia en Estados Unidos por tráfico de drogas.
“Caro Quintero fue sicario, sanguinario, astuto, no tiene educación, pero es inteligente y la cosa que él sabe, el aspecto más importante que tiene, es que se puede manejar entre cárteles, sabe cómo manejarse con los líderes, y le tienen respeto en los cárteles por la muerte de Kiki Camarena”, dijo Vigil en una entrevista telefónica con Infobae México.
Aseguró que a pesar de que el consumo de marihuana en EEUU está legalizado en distintos estados, para los consumidores es un producto caro, ya que un cigarrillo en estados como Carolina del Norte puede tener un precio de 150 dólares, mientras que Caro Quintero podría vender el kilo entre USD 300 y 400.
Además, tiene el conocimiento de cómo producir la droga en el desierto, lo que para él y su organización criminal implicaría abaratar costos.
Rafael Caro Quintero fue detenido en 1985 en Costa Rica, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, quien había logrado infiltrarse en el entonces poderoso Cártel de Guadalajara, fundado por él, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
En agosto de 2013 fue liberado luego de encontrarse presuntas fallas en su proceso, desde entonces es considerado prófugo de la Justicia, tanto en Estados Unidos como en México.
Y aunque en una entrevista que concedió en 2016 a la periodista Anabel Hernández señaló que estaba retirado del mundo de las drogas, Vigil afirmó que “es el único negocio que conoce, no se va a involucrar en un trabajo legítimo. La única manera en que él se puede sostener es en el narco. Obviamente ya está muy viejo, y no va a ser el gran capo que fue cuando era uno de los líderes del Cártel de Guadalajara, pero puede hacer mucho dinero, conoce el negocio de la marihuana muy bien, conoce las rutas, y en un rato de nada puede tener compradores en Estados Unidos”.
Vigil aseguró que el Narco de Narcos y su hermano estarían operando en Sonora gracias a una presunta negociación con Ismael el Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa, quien consideró que era peligroso tenerlo en Sinaloa, ya que era probable que las autoridades pudieran llegar a él si rastreaban a Caro Quintero.
Su salida de Sinaloa, agregó Vigil, se debió también diferencias con los Chapitos, hijos de Joaquín el Chapo Guzmán Loera, quienes además de ser afines al grupo de Los Salazar, en Sonora “no quieren que se meta Caro Quintero, porque no necesitan a otra persona con quien pelear. De alguna manera creen que puede asumir el control porque el Mayo Zambada está viejo y enfermo de diabetes, y creen que Caro Quintero puede ser una amenaza, no lo quieren ver en una posición grande, lo pueden ver como un socio, pero no como un líder”.
Cuestionado sobre los recientes hechos sangrientos en Sonora, que se atribuye una organización criminal autodenominada el cártel de Caborca, presuntamente encabezado por Caro Quintero, respondió que en la década de los ochenta era “más sanguinario que Ernesto Fonseca y Félix Gallardo”.
Aseguró que hasta ahora existe información de que se la ha visto tanto en Sinaloa como en Sonora, y al tener su cabeza un precio millonario, es un hecho que será arrestado, “con esa recompensa va a caer antes de que muera de viejo.”
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