Esta tarde del martes, el Dr. Felipe Cruz Vega, jefe de la División de Proyectos Especiales de Salud, recomendó que los hospitales no evacuen a menos de que sea sumamente necesario, ya que de no contar con un programa de actuación y el personal capacitado, podrían causar más muertes.
“Si ya tenemos hospitales seguros y resilientes lo menos que se debería hacer es evacuar un hospital. Sin embargo, habrá alguna situación que así nos lo indique. Evacuar un hospital sin tener los protocolos, la capacitación, el entrenamiento de las diferentes brigadas que hay en un hospital y los líderes adecuados puede causar más muertes”, dijo Cruz Verga durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional.
Detalló, que en casos extremos podrían llevar acabo el desalojo del inmueble, sin embargo, de primera mano no lo recomienda.
En este contexto señaló que, “ya tenemos protocolos en el sector Salud mexicano de cómo evacuar lo más difícil de un hospital lo cual sería la terapia intensiva”, señaló, sin profundizar en el tema.
Señaló que cuentan con un protocolo de evacuación de hospitales con énfasis en áreas críticas como lo son Terapia Intensiva o salas de cirugía, por mencionar algunas.
Dichos criterios están hechos para no poner en riesgo la vida de sus ocupantes al ser estrictos y con un alto nivel de capacitación y disciplina, pues evacuar un hospital sin dichas indicaciones pondría en riesgo la salud de pacientes y personal médico.
En su presentación, aprovechó para hablar sobre el Programa Hospital Seguro de parte del Centro Virtual de Operaciones y Desastres (CVOED), que opera en tiempo real en más de 150 países para apoyar a los nosocomios durante catástrofes como terremotos, incendios, huracanes u otros.
Es un sistema informático que integra recursos humanos y tecnológicos para la gestión de respuesta ante desastres, el cual está diseñado con el concepto del multiamenaza, como lo fue el sismo de este día en el contexto de la crisis sanitaria del COVID-19. De tal modo, puede identificar si hubo unidades médicas dañadas durante la eventualidad.
Este genera comunicación en tiempo real en cualquier parte del país; permite una gran concurrencia de usuarios; actualiza inventario de recursos y cuenta con una lista nominal de pacientes.
Según el doctor, un Hospital Seguro debe contar con recursos permanentes y accesibles, funcionando en su máxima capacidad, pudiendo actuar inmediatamente después de una emergencia o desastre.
Detalló que es importante tomar en cuenta que este sistema tiene un enfoque multiamenaza, es decir, puede seguir funcionando aunque se presente más de una catástrofe al mismo tiempo como lo fue este día, con un sismo en un contexto de crisis sanitaria.
Cuenta con expansión de capacidades médicas, además de que los hospitales trabajan de manera sustentable. También dijo que deben ser espacios inclusivos, ya que han contabilizado en el pasado que hubo una cifra considerable de muertos con discapacidad que no lograron evacuar los edificios donde se encontraban.
Detalló que gracias a este sistema de monitoreo, minutos después de ocurrido el sismo de 7.5 grados Richter, comenzaron a obtener información sobre las condiciones hospitalarias en Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Michoacán, Morelos y Puebla.
De entre ellos, el único que tuvo afectaciones fue el IMSS-Bienestar, anexo a la Unidad Médica Rural de San Juan Ozolotepec, con daños que la inhabilita, por lo que ahora solo pueden brindar consultas externas.
En este contexto se puede explicar por qué personal médico de la tercera planta del Hospital Juárez, donde está el área COVID-19, no pudieron abandonar las instalaciones durante la alerta sísmica. De acuerdo a los protocolos, de haberlo hecho pudieron haber provocado un incidente mayor.
La doctora Angélica Ruiz, una neuróloga que apoya en la atención al SARS-CoV-2, señaló que ni ella, ni sus compañeros pudieron desalojar el edificio una vez que oyeron la alerta, 62 segundos antes del episodio, ya que su equipo especial está infectado con el virus.
En atención a la salud de las demás personas, el personal no podría desalojar las unidades, por lo menos hasta que las autoridades establezcan un protocolo especial de actuación en un contexto similar.
Este martes 23 de junio, México alcanzó los 23,377 decesos por COVID-19. Además, hay 191,410 contagios acumulados desde que se detectó el primer caso positivo el mes de febrero, rompiendo un nuevo récord, con 6,288 nuevos casos en un lapso de 24 horas.
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