El trabajo del personal de salud es favorecer la vida de sus pacientes, en ocasiones aunque su propia integridad dependa de ello.
Con el terremoto de 7.5 de este martes ocurrido en México, un gran porcentaje de ellos no pudo salir ya que se encontraban durante intervenciones quirúrgicas o en procedimientos donde permanecer con sus pacientes era prioritario para evitar complicaciones, como en la caso de los bebés en incubadoras o los pacientes más graves de Covid-19, que se encuentran conectados a respiradores artificiales.
Los doctores y enfermeras de un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social en Toluca que, al no poder evacuar a los pacientes enfermos de coronavirus, permanecieron a su lado cuidándolos.
Al ver su buena acción, familiares y demás personal del nosocomio reconocieron con aplausos a los “héroes de bata blanca” que permanecieron junto a las personas enfermas, aún en los peores momentos.
El emotivo momento tuvo lugar en la Clínica número 220 “General José Vicente Villada”, ubicada en la capital del Estado de México y logró ser captado por distintos usuarios de redes sociales, quienes compartieron el clip que pronto se viralizó.
El video que circula en redes sociales, se grabó instantes después de que el fuerte sismo de 7.5 con epicentro en Crucecita, en el estado de Oaxaca, provocará que parte de los usuarios y personal médico que labora en esa clínica desalojarán el edificio.
“A operar, no pueden salir huyendo”
En el Hospital Juárez de la Ciudad de México, el oncólogo Armando Ramírez Ramírez se encontraba cortando venas y arterías en plena operación para retirar parte de la matriz de una mujer, cuando el terremoto los sorprendió.
Eran ocho personas las que ahí se encontraban cuando alguien mencionó la alarma sísmica, no podían creerlo pero activaron los protocolos de alerta y siguieron con la cirugía.
“Te invade el miedo obviamente pero debes controlarte porque cualquier error puede causar una hemorragia en el paciente” dijo Ramírez al portal Milenio.
Cuando el temblor fue más grave siguieron los comentarios pero la respuesta del oncólogo fue tajante: “Señores a seguirle, a operar, a operar… nadie puede salir huyendo”, porque de esas decisiones depende la vida o la muerte de la persona a su caro.
Parte de los otros 40 empleados pudieron salir conforme a los protocolos y ubicarse en un lugar seguro, muchos otros prefirieron quedarse a tranquilizar a sus pacientes
“Solo pedimos a Dios”: en el Hospital de Balbuena sólo rezaron
En el Hospital General Balbuena, también en la Ciudad de México, la doctora anestesióloga Socorro se encontraba en plena cirugía cuando comenzó a temblar.
“Es una mala combinación covid-19 y un sismo, ni en la peor pesadilla lo hubiera imaginado. Ya vivimos mucho estrés como para además vivir lo de hoy (martes)”, dijo.
La alerta sísmica sonó justo en el momento en el que colocaban un bloqueo neuroaxial a un paciente en quirófano.
“El paciente aún de lado, con la aguja dentro y pasando la dosis. En eso inicia el movimiento sísmico y mi jefe nos dice ‘que no salga nadie, sólo replegarnos’ y eso hicimos... El paciente nos agradeció inmensamente que no lo abandonáramos”, contó.
Para la doctora, que resultó damnificada en el sismo de 2017, el traje de protección personal que ahora usa por la pandemia hizo que los minutos que duró el temblor le parecieran horas.
“Esto, sumado al estrés, el sonido de la alerta sísmica y luego el movimiento que parecía interminable, lo hizo peor”, confesó al portal Excélsior.
En el mismo quirófano, el doctor Rubén Temoltzin, médico residente anestesiólogo, experimentó ese estrés.
“A parte de todo el equipo de protección que tenemos que usar por la contingencia, agregarle un sismo fue difícil, no saber cómo reaccionar, pero seguimos cuidando el bienestar de nuestro paciente durante el sismo”, narró.
En otro hospital covid, con su equipo de protección personal bien puesto, la urgencióloga Briscenia Arroyo, que combate la pandemia en la primera línea tampoco se retiró del campo de batalla: “fueron minutos angustiantes, pacientes gritando ‘auxilio, no nos dejen aquí adentro’. No salimos porque así lo decidimos, quedarnos con los pacientes, estar auxiliando a los más que pudiéramos”.
En el área covid del hospital donde trabaja, el personal de salud y los pacientes se unieron en un rezo.
“Pedimos a Dios que pasara, los pacientitos se unieron a nosotros, muchos entraron en crisis de ansiedad, algunos otros tratando de tranquilizar a los que estaban más desesperados, pero finalmente, a Dios gracias, salimos de esta y estamos vivos. Lo único que hacíamos era estar rezando, pidiendo ‘Dios mío, que ya pase, que no vaya a pasar más’... fue algo inexplicable, de repente se escuchó la alarma sísmica, sabes que tienes el equipo de protección, que tienes los goggles, que tienes el overol, el respirador, no puedes moverte”, relató.
“Sí sentimos un poquito de miedo, sobre todo porque alguien de mi personal tuvo una crisis nerviosa... quería bajar corriendo las escaleras en pleno sismo, le dimos contención y se tranquilizó, pero todo está bien a excepción de eso. Tenemos la responsabilidad de un hospital tan grande y de atender pacientes, y ahorita la necesidad de estar informando a los familiares. A través de las videollamadas haremos el contacto para que estén tranquilos y sabiendo que sus pacientes ingresados están estables”, explicó la directora del hospital Rubén Leñero, María de Jesús Herver, en entrevista con dicho portal capitalino.
Para los pacientes y sus familiares tampoco fue sencillo, el temor y angustia de no poder salir se sumó a su propia tragedia de la enfermedad que padecen, sin embargo en la mayoría de hospitales no pasó más que un susto y el otros se registraron serias cuarteaduras que el sector salud evalúa.
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