El gasto público en infraestructura tuvo una estrepitosa caída en los últimos siete años que culminó con un 2020 en plena pandemia por coronavirus y una reducción del 40% en términos reales con ´´indices de crecimiento el 2% y tasas de pobreza del 40 por ciento.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) el gasto público en infraestructura en México cayó 40% de 2013 a 2020, lo que, aseguran, limita el crecimiento económico del país entre uno o dos puntos porcentuales del PIB; cuando en 1980 llegó a representar hasta el 10%.
Durante la presentación del reporte “Infraestructura en México: prioridaes y deficiencias del gasto público”, recuperado por Milenio, el director general del CIEP, Héctor Villarreal, reveló que se pudo haber perdido un crecimiento entre uno y dos puntos por año, pero además “hay consecuencias para el bienestar de la población muy directas, los datos sobre escuelas, sistemas de salud son dramáticos”.
A través de una videoconferencia, Villareal aseguró que la contracción venía fuerte antes de la enfermedad COVID-19 que azotó a todo el país y nos encerró en nuestros hogares; sin embargo, es por esto último que se espera que la recuperación sea lenta, “lo que hace evidente la necesidad de una reforma fiscal”.
Villareal pidió que sea tiempo para comenzar a invertir en Infraestructura y mencionó que el potencial “es el de generar beneficios a la sociedad en términos e economía, equidad y diversas dimensiones fundamentales para desarrollo humano”, dijo.
“Además, es un determinante del crecimiento económico, afecta la distribución del ingreso, contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia de educación, salud y sustentabilidad, y puede reducir algunas de las brechas entre hombres y mujeres”, aseguró.
Sin embargo, puntualizó que el gasto público en infraestructura cayó 40 %. Esta caída, dijo, podría significar un grave capítulo en la vida y desarrollo económico de los mexicanos, lo que podría generar carencias energéticas, sanitarias, educativas o de vivienda.
Además, reveló que en sectores como el de la energía, quienes reciben hasta el 47% de todo el gasto de inversión pública, es también una de las que más disminuyó su producción nacional con la reducción del 30% y una participación porcentual de las energías renovables por debajo de 18 por ciento.
En Nuevo León, por su parte, reportaron a través de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) que únicamente el 13% de los industriales de Nuevo León realizó alguna inversión en maquinaria, equipo o construcción durante el mes de mayo.
Por ello, pidieron a través de su dirigente, Adrián Sada Cueva, que las autoridades inicien un mayor impulso y apoyo para la industria manufacturera en el norte el país para el beneficio, principalmente, de las Micro, Pequeñas y Medianas empresas.
Entre los factores que pudieron llevar a esta estrepitosa caída, Adrián Sada destacó el panorama de incertidumbre en el país a raíz de las negociaciones del T-MEC, la caída del 18.5% en el volumen del comercio de mercancías a escala global, así como el daño al empleo e ingreso de las familias por la pandemia
Fue en la misma Caintra donde en días pasados aseguraron que por la pandemia de coronavirus y el cierre total de la economía desde marzo de 2020, al cierre del año se podrían llegar a perder hasta un total de 80,000 empleos en todos los sectores productivos en el estado.
“Las cifras muestran que el impacto de la pandemia sobre la economía nacional y estatal es considerable. De igual forma, se requiere generar los apoyos por parte de todos los sectores y todas las autoridades para que las Pymes se reactiven con las menores adversidades posibles”, indicaron.
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