Desde el mes de marzo del presente año, el Gobierno de México, a través del Banco Mundial, emitió un bono catastrófico (catbond) que cubre los riesgos asociados a desastres naturales.
Este bono fue emitido en cuatro clases diferentes para proveer cobertura contra sismos de diferentes magnitudes, así como contra ciclones tropicales provenientes tanto del Atlántico como del Pacífico.
El día de ayer, martes 23 de junio, se presentó un sismo de magnitud 7.5 con epicentro en Crucecita, Oaxaca, el cual causó la muerte de al menos seis personas y dejó numerosos daños en la infraestructura de la entidad. De igual manera, se percibió en 12 estados del país, pero los mayores daños se registraron en Oaxaca.
Ante ello, Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dijo en entrevista para el noticiero matutino Despierta que el bono catastrófico estaba listo para utilizarse.
“El bono está y funciona, no tuvimos afortunadamente ninguno de los daños que se hubiera esperado para un temblor de esta magnitud, pero estamos listos”, dijo Herrera en entrevista para el noticiero de Televisa.
Aunque ya se había emitido en años previos, en 2020 se habilitó por un monto equivalente a 485 millones de dólares (alrededor de 9 mil 500 millones de pesos).
En 2006 México se convirtió en el primer país en emitir un bono catastrófico. En 2009 y 2012 lo emitió utilizando el Programa MultiCat del Banco Mundial, y en 2017 y 2018 usando el programa de notas de capital de riesgo del BIRD.
Este bono forma parte de la estrategia para fortalecer la resiliencia de las finanzas públicas ante eventos extraordinarios y, asimismo son parte importante de la estrategia de protección social, ya que permiten atender de manera oportuna las necesidades inmediatas de la población afectada, particularmente grupos marginales, en materia de reconstrucción de la infraestructura y vivienda.
Sin embargo, de acuerdo con información de Hacienda, el bono se activará y los pagos se realizarán cuando un sismo o ciclón tropical cumplan con los criterios paramétricos de localización y severidad establecidos en los términos de los bonos.
Por otro lado, el titular de la SHCP, mencionó que se espera que a final del 2020, con la “nueva normalidad” se tenga una recuperación entre el 70% y 60% de los empleos formales perdidos que ascienden a 1 millón.
“Creo que podríamos recuperar probablemente el 60% o 70% a diciembre de este año; aun así registraremos 200,000 empleos que no recuperaremos al cierre de este año”.
Para Herrera, el peor escenario para la economía mexicana es que exista un rebrote del coronavirus, con lo que se tenga que volver a cuarentena y cerrar todos los negocios para detener los contagios.
Ante ello, el funcionario mencionó que así como se cuenta con el bono por catástrofes, también se encuentran disponibles alrededor de 150,000 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para enfrentar la crisis económica que vive el país por efecto de la pandemia del coronavirus, el cual informó permanece en constante planeación.
Herrera previó que, para el cierre del segundo trimestre del año, abril será el mes que registre la peor caída entre 18 y 19%, mientras que se espera que mayo y junio reporten un menor decrecimiento en el PIB.
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