En los océanos Pacífico y Atlántico se registrarán, en los próximos seis meses, alrededor de 32 Ciclones Tropicales y de 4 a 6 podrían convertirse en huracanes que tendrán categorías superiores a 3 (de acuerdo con la escala Saffir-Simpson), motivo por el cual es necesario que la población atienda los protocolos y avisos de protección civil y que estos se fortalezcan, a fin de proteger la vida y los bienes de quienes habitan las zonas costeras del país, afirmó Ángel Refugio Terán Cuevas, profesor e investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Al describir las fases de la temporada de huracanes (la cual inició el 1 de junio y concluirá el 30 de noviembre), el científico del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD) explicó que de estos fenómenos atmosféricos superiores a 3 (en la escala Saffir-Simpson) pronosticados para este período, se prevé que tres o cuatro ocurran en el Atlántico y uno o dos en el Pacífico.
Sostuvo que las temperaturas de los océanos definen la cantidad e intensidad de los Ciclones Tropicales, porque éstos extraen su energía de la condensación del aire húmedo. “En el Atlántico estamos arriba de los parámetros normales, porque la temperatura del mar está dos grados centígrados por arriba. Por ello, esperamos de 13 a 19 Ciclones Tropicales. En el Pacífico se registra una temperatura abajo del promedio, lo que disminuye la probabilidad de generación de estos fenómenos”, detalló.
Indicó que los Ciclones Tropicales tiene tres fases, primero pueden presentarse como depresión, después tormenta tropical y posteriormente huracán.
“La categoría 1 de los huracanes es cuando se registran vientos de 119 a 153 kilómetros por hora; la categoría 2 de 154 a 177 (ya se pueden presentar daños extensos); la categoría 3 de 178 a 208 (ya deben tener cautela las poblaciones cercanas a las costas); la categoría 4 de 209 a 251 y la categoría 5 arriba de los 251 kilómetros por hora. En estas dos últimas fases ya se pueden presentar daños catastróficos, como derrumbes de casas, techos, árboles y postes de electricidad, entre otros”, subrayó.
El científico politécnico, quien actualmente trabaja en los proyectos de investigación sobre el monitoreo de lluvia con imágenes satelitales, el monitoreo de incendios en colaboración de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y un estudio sobre deslizamiento de laderas, enfatizó que los vientos que provienen del Caribe tienen un aporte muy fuerte de humedad, los cuales llegan a cruzar hasta el centro del país, donde producen lluvias intensas e inclusive con granizo.
Resaltó la importancia de profundizar los estudios sobre estos fenómenos meteorológicos, toda vez que cada año causan daños importantes a la población. Aseveró que es necesario fortalecer la infraestructura de las instituciones encargadas de monitorear los Ciclones Tropicales y, al mismo tiempo, incorporar la tecnología de imágenes satelitales, con la finalidad prevenir y saber en cuánto tiempo podría llegar una tormenta tropical, además de fortalecer los programas de protección civil.
Finalmente, Terán Cuevas pidió a la población que cuando se presente alguna lluvia torrencial atípica, esté pendiente de las alertas del Servicio Meteorológico Nacional y de las autoridades de Protección Civil nacionales y locales, además de prever insumos como una lámpara y un radio de baterías, además de una reserva de alimento y agua purificada.
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