La senadora Lilly Téllez ha tenido unos meses con mucho movimiento en el Senado de México, a pesar de que las sesiones del Congreso se encuentran detenidas primero por la epidemia de COVID-19 que afecta al país y luego por el periodo de receso legislativo.
Y es que la originaria de Sonora anunció a mediados de abril que dejaba la bancada de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador y con mayoría en ambas Cámaras, por “diferencias de criterio”. La periodista ya había tenido una serie de diferencias ideológicas que se hicieron irreconciliables con los miembros de su propia agrupación.
Pasaron un mes y tres semanas para que Téllez, de 52 años, se sumara a un nuevo grupo parlamentario. Y no fue cualquiera: se incorporó al PAN (Partido Acción Nacional), la principal oposición en el Congreso a Morena y al proyecto de López Obrador, bautizado por el mismo mandatario como la “Cuarta Transformación” de la vida pública del país.
En su argumentación para explicar un cambio tan drástico en apenas unas semana, Lilly Téllez aseguró a Infobae México que la razón principal era el grupo de “radicales de izquierda que empezaron a imponer su agenda en Morena”.
“Son fácilmente identificables afuera del Senado: John Ackerman, Epigmenio Ibarra, Héctor Díaz Polanco, Pedro Salmerón y así, hay grupos que tienen influencia en algunas partes de la bancada de Morena y también tienen mucha influencia en el presidente”, detalló Téllez.
La ahora senadora panista se refirió a Ackerman, un investigador de la UNAM, defensor de López Obrador y que está casado con la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; a Ibarra, un conocido productor de televisión que también es muy cercano al mandatario y filmó su último documental desde las entrañas de Palacio Nacional, donde el tabasqueño vive y despacha durante su mandato.
Además, se refirió también con nombre y apellido a Díaz Polanco, uno de los hombres con más influencia en Morena, ya que forma parte de la poderosa Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) del partido, un órgano supervisor interno. Por último, mencionó a Salmerón, un historiador que también ha mostrado su cercanía con el proyecto de López Obrador, sobre todo en redes sociales.
“Ellos le han mentido al presidente, lo han envenenado no explicándole muchos temas como realmente son, cómo es la realidad, porque el presidente es un buen hombre, es honesto, pero creo que tiene muchos malos consejeros”, explicó Téllez.
“La 4T dio un viraje hacia el radicalismo de izquierda. A mí al movimiento que me invitaron a participar no era esto, era amplio, plural, donde cabían muchas formas de pensar, yo no soy de izquierda, mis posturas las conocían, se trata de juntar a una cantidad de ciudadanos para luchar contra la corrupción, entre otros temas, por eso me sumé a ello”, agregó.
Pero una vez en el poder, los grupos radicales de izquierda han enloquecido, fascinados por el poder, y ahora están imponiendo su agenda y tienen una gran influencia en la bancada de Morena
Téllez recordó que en diciembre de 2019, los grupos a los que hizo referencia ya habían intentado expulsarla del grupo parlamentario morenista, a través de la CNHJ, pero el Tribunal Electoral la restituyó. “Fue un show, una simulación”, rememoró.
“Me quedo con el nivel de intolerancia: era que yo me fuera porque pienso diferente y estoy en contra del aborto, eso que en campaña a mí me dijeron que se me iba a respetar y ni siquiera era un tema prioritario, llegando al poder esos grupos dijeron ‘ya no nos convienes, ya no te queremos y debes ser expulsada porque piensas distinto’”, ahondó la senadora.
Téllez calificó como una “paradoja” que ella haya sido tratada así cuando el PES (Partido Encuentro Social), una organización evangélica y conservadora que participó en la coalición para llevar a López Obrador a la presidencia en 2018 y cuyas bancadas en el Congreso son aliadas de Morena, no es rechazado. “Es una muestra del grado de intolerancia e hipocresía”, dijo.
“Pero además, hay un elemento sádico-masoquista: cuando estaba en Morena, estos grupos radicales querían que me fuera de la bancada, pero cuando me fui, se enojaron mucho, entonces, ¿quién los entiende?”, se preguntó.
La llegada de Lilly Téllez al PAN
La legisladora contó también algunos detalles de su posterior llegada al opositor PAN. “A mí ya me habían invitado en diciembre, cuando me quisieron correr de Morena, me dijeron que tenía las puertas abiertas, ‘vente par acá’, me dijeron”, adelantó. Sin embargo, aseguró que su intención fue la de intentar un diálogo al interior del partido que la llevó al Congreso.
“Todavía hice la lucha, pero la intolerancia y la grosería llegó a extremos que yo ya no podía permitir: la gota que derramó el vaso fue que no se quiso reconocer el mal manejo de la pandemia y de la situación económica y yo no iba a ser cómplice de ello”, reveló.
Sin embargo, a su salida de Morena, Téllez se declaró independiente. “Suena muy bonito, pero no iba a poder dar resultados, el Senado es un espejo de la partidocracia. Si no estás en una bancada, es difícil, es casi como ser un cero a la izquierda”, describió.
Eso la llevó al PAN. “La principal función del Senado es ser contrapeso del poder Ejecutivo, controlar al gobierno, evidentemente también hacer leyes, pero esto es lo que está haciendo la bancada en la que ahora estoy, eso es ser honesto, yo tengo que cumplir mi encargo no ante el Ejecutivo, sino ante la gente que me eligió”, manifestó.
La comunicadora aseguró que sigue teniendo “buena relación” con algunos integrantes de Morena. “No todos son como los grupos radicales de los que hablo”, dijo. No obstante, no quiso dar nombres sobre las personas que han sido influenciadas en el Senado. “No quiero echar más leña al fuego”, aceptó.
Sobre las elecciones intermedias en 2021, la primera prueba de fuego para Morena en el ámbito electoral, ya que tendrá que defender su mayoría en el Congreso, Téllez aseguró que serán “muy reñidas”. “Sí podrían perder”, expresó, sin dar más detalles.
La senadora, por su parte, rechazó que precisamente el próximo año vaya a buscar la candidatura para la gubernatura de Sonora. “No entré buscando eso, voy a seguir en el Senado”, confirmó. ¿Hasta el final de su mandato en 2024? “Si dios me da la vida”, concluyó.
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