La Secretaría de Salud (SSa) reportó este jueves 18 de junio que los contagios por COVID-19 acumulados son 165,455. Desde el inicio de la epidemia, México ha sufrido 19,747 fatalidades.
En el país hay 23,528 casos confirmados activos, los cuales representan la epidemia activa en el país. Hay 228,248 casos negativos, 59,778 sospechosos, y un total de 453,481 personas estudiadas. José Luis Alomía, Director General de Epidemiología, informó que la conferencia vespertina de hoy es la número 111, y que es el día 18 de la “Nueva normalidad”.
En el panorama internacional, los casos confirmados y activos (del 5 al 18 de junio) por región de la Organización Mundial de la Salud se concentran en América: 992,562 casos o 54.4 por ciento. El Mediterráneo Oriental registra 267,471 casos o 14.6 por ciento. El total de casos confirmados a nivel mundial es de 8,242,999 pero aquellos confirmados en los últimos 14 días son 1,825,983 o el 22 por ciento. La tasa de letalidad global es de 5.4 por ciento.
En el mapa de casos confirmados acumulados se informó que 129.5 es la tasa de incidencia acumulada por 100,000 habitantes. Por entidad federativa, la mayoría de casos registrados se concentran en la Ciudad de México con 40,021, el Estado de México con 26,079, y Tabasco con 7,593. La minoría está en Baja California Sur con 1,122, Zacatecas con 612, y Colima con 339.
En la distribución de la epidemia activa que va del 5 al 18 de junio los casos confirmados en la Ciudad de México son 4,141, el Estado de México con 2,655, y Puebla con 1,340. Las tres entidades con menor cantidad son Zacatecas con 177, Chihuahua con 143, y Colima con 89.
La gráfica de defunciones acumuladas por fecha de defunción informa que se incluyen 1,868 defunciones sospechosas. Las tres entidades con el mayor registro de defunciones acumuladas son la Ciudad de México, el Estado de México, y Baja California. Por el contrario, Zacatecas, Baja California Sur, y Colima, son las tres con el menor registro.
La curva epidémica en el país al 18 de junio mantiene una tendencia ascendente cuando se combinan los casos confirmados con los casos sospechosos. La mayoría de los casos sospechosos se concentran en la Ciudad de México, el Estado de México, Sonora, Nuevo León, y Coahuila.
La carga acumulada informa que existen 5,662 casos nuevos confirmados en 24 horas: un incremento del 3.5% al día anterior.
En la ocupación y disponibilidad hospitalaria, al 17 de junio, la Red IRAG reportó que existen 13,040 camas IRAG generales disponibles y 11,202 (46%) ocupadas. De las camas IRAG con ventilador existen 5,136 disponibles y 3,328 (39%) ocupadas. De los 812 hospitales notificantes mientras que el 780 o el 96% sí notificaron al sistema.
Dentro de la disponibilidad de camas para hospitalización general, en la Ciudad de México hay un 75% de ocupación, en el Estado de México un 70%, y en Guerrero un 61 por ciento. En las camas con ventilador, para los pacientes más críticos, Baja California registró un 64% de ocupación, el Estado de México un 63%, y la Ciudad de México un 59 por ciento.
La pandemia de la COVID-19 en México ha sumido a la economía nacional en un profunda crisis y en el caso de que el Producto Interno Bruto (PIB) tenga una caída mayor al 6%, así como las tasas de desempleo que continúa en aumento, en caso de que esto siga, el país corre el riesgo de perder los avances que se lograron en materia de pobreza entre el 2008 y 2018.
Esta es una advertencia que dio a conocer el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), José Nabor Cruz Marcelo, en una entrevista con el diario El Universal, en donde también destacó que esta emergencia sanitaria dejará como resultado a 10 millones de nuevos pobres.
Y es que hasta el momento, ya ha habido una reducción de tres puntos porcentuales en la pobreza extrema, por lo que “sí corremos el riesgo de que pudieran detenerse esos avances o, inclusive, perderse un porcentaje de ellos”, y después afirmó que los sectores más afectados tendrán relación con el rezago alimentario y la seguridad social.
Sobre el segundo aspecto destacó que las carencias en ese terreno son producto de la informalidad que ha permeado en el país a lo largo de los años “y seguramente habrá un incremento de empleos informales, debido a la pérdida de los trabajos” durante este periodo, explicó.
En medio de esta crisis, algunos de los sectores que podrían padecer de manera más relevante los impactos de la desigualdad y la pobreza, apuntó Nabor Cruz, serán las mujeres, las comunidades indígenas en toda la nación también lo serán los menores de edad.
Cabe recordar que el canciller Marcelo Ebrard ya había planteado esta posibilidad durante el conservatorio virtual “Derechos humanos de las mujeres: retos ante la COVID-19”, organizado por el Senado de la República hace unos días, aunque su pronóstico no se reservaba únicamente a México sino a toda la región latinoamericana. Así lo dijo Nabor Cruz:
Es la más grave (crisis) que hemos vivido en nuestra generación, ya en curso, por un resultado incierto. Vemos que ante la tensión que genera la situación económica y social se está ensanchando la pobreza aceleradamente. Lamento decirles que vamos a perder lo poco que hemos avanzado, cuando menos en América Latina, en los últimos años en materia de pobreza
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