Investigadores pidieron al Gobierno Federal excluir al INAH del recorte presupuestal del 75%; los dejaría al borde del parálisis

De acuerdo con el SNPICD, la disminución de recursos afectará la operación, mantenimiento y restauración de 194 zonas arqueológicas, 162 museos y 515 monumentos históricos del país

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El Sindicato Nacional de Profesores de Investigación Científica y Docencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (SNPICD-INAH) exigieron este martes al Gobierno Federal que excluya a la dependencia del recorte presupuestal del 75%, ordenado tras el decreto de austeridad del pasado 23 de mayo.

En videoconferencia de prensa, Gustavo Ramírez Castillo, secretario general del sindicato, aseguró que este recorte en gastos de operación y servicios generales pone al INAH al borde de la parálisis y denunció que los directivos no han dicho nada, por lo que los investigadores salieron en defensa del Instituto.

Con el recorte del 75%, solo hay 15 millones de pesos disponibles para la investigación; con lo cual, dificulta su operatividad y le despoja de su razón de ser, de su objetivo social, que es la investigación, conservación, protección y difusión de los monumentos y la solución de problemas sociales del país. Ponen al INAH, al borde de la parálisis

En este sentido, alertó que dicha disminución de recursos afectará la operación, mantenimiento y restauración de 194 zonas arqueológicas, 162 museos y 515 monumentos históricos del país, algunos de ellos aún sin ser restaurados tras los sismos de 2017 o que a la fecha se encuentran abandonados.

(Captura de pantalla: Twitter/inah_academicos)
(Captura de pantalla: Twitter/inah_academicos)

Otras de las razones que los miembros de este sindicato dieron para que el INAH sea exentado del recorte, fueron:

  • Que efectúa investigaciones científicas en las disciplinas antropológicas, paleontológicas e históricas de índole teórica aplicada a la solución de los problemas de la población del país y en la conservación y usos sociales del patrimonio.
  • Que el trabajo del Instituto también se transforman en una aportación económica a la llamada “industria sin chimeneas” que en conjunto para el año 2018 aportó el 8.7% del PIB; es decir 1,221 billones de pesos, de los cuales solo recibió 3, 900 millones de pesos.
  • Que lleva a cabo peritajes que deben realizarse antes de la ejecución de obras públicas y privadas con el objeto de prever y brindar soluciones a posibles afectaciones.
  • Que tiene cuatro escuelas, entre ellas Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).
El INAH es una institución
El INAH es una institución que, desde hace más de 80 años, se ha dedicado a preservar nuestro legado cultural (Foto: INAH)

Además, los proyectos de investigación, que anualmente solían ser entre 800 a 1,500, también han resultado afectados debido a que sólo se han aprobado aquellos que no requieren un presupuesto: “Se van a aprobar algunos proyectos, aún no sabemos cuántos, que implican la contratación de 577 investigadores eventuales”, apuntó Gustavo Ramírez.

Otra afectación es que la Comisión Central de Publicaciones del INAH ya notificó que este año, todas las publicaciones programadas no se llevarán a cabo, en consecuencia, los productos de investigaciones, que han durado años, quedarán temporalmente suspendidos.

Por su parte, Lidia Iris Rodríguez, investigadora en arqueología del INAH, también denunció la falta de pago durante seis meses de varios colaboradores externos del Instituto que, en medio de esta emergencia sanitaria, no tienen manera de solventar sus gastos.

El secretario general del SNPICD-INAH agregó que el Instituto arrastra un déficit histórico de recursos de más de 1,000 millones de pesos.

Gustavo Ramírez, arqueólogo y representante
Gustavo Ramírez, arqueólogo y representante del Comité Ejecutivo del SNPICD-INAH. (Captura de pantalla: Especial)

Por ello, Ramírez Castillo hizo un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, a reconsiderar este ajuste y reconocer al INAH como una institución de investigación científica básica y aplicada, al mismo nivel que a los investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

El trabajo del INAH no se va a reducir a hacer ‘home office’ en el futuro. El INAH se ve mermado y debilitado. Esperamos que sean sensibles al tema

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