El gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación (Segob), recomendó trece medidas a iglesias y agrupaciones religiosas que reiniciarán actividades de congregación. Estas recomendaciones respetan las guías generales de acción para la prevención: seguir las medidas básicas de higiene, establecer filtros de supervisión y mantener la sana distancia durante sus actividades.
La sanitización del espacio de culto es una de las principales recomendaciones. Deberá realizarse con agua y jabón para áreas generales, y con solución de agua con cloro para superficies de contacto frecuente como picaportes, barandales y manijas.
Las iglesias deberán habilitar accesos exclusivos para entrada y salida, y medir la temperatura de las personas para impedir el acceso a quienes presenten fiebre o febrícula (medidas superiores a los 37 grados Celsius), así como a quienes no portan un cubrebocas o no lo utilizan de manera adecuada.
Deberán contar con suficientes dispensadores de alcohol en gel, asegurar la ventilación de áreas comunes, y mantener en los sanitarios suficiente agua, jabón, así como toallas desechables de papel para el secado de manos.
Para evitar el contagio mediante gotas de saliva se recomienda no compartir micrófonos o instrumentos musicales, respetar el estornudo de etiqueta en la parte interna del brazo y evitar celebraciones donde se compartan alimentos.
Se debe mantener la sana distancia durante los servicios religiosos, ya sea distanciando las sillas o señalizando las bancas, e impedir abrazos, saludos de mano o de beso para limitar el contacto físico.
Mediante el comunicado emitido por la Subsecretaría de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, la Segob recordó que se debe respetar el sistema de semáforo establecido desde el 1 de junio, así como los criterios de reapertura de actividades, hacia la denominada “nueva normalidad”, que publicó en mayo la Secretaría de Salud.
De acuerdo con este semáforo epidemiológico, las actividades religiosas en iglesias, templos, sinagogas y mezquitas, no pueden llevarse a cabo durante el periodo de máximo contagio (identificado con el color rojo), y pueden realizarse únicamente con el 25% y 50% de aforo respectivamente, durante los periodos de contagio alto (semáforo naranja) y medio (semáforo amarillo).
Finalmente, cuando la tasa de contagios se reduzca a un nivel bajo (semáforo verde), las actividades religiosas podrán desarrollarse plenamente siempre y cuando se respeten las medidas básicas de prevención para la “nueva normalidad”.
Sin embargo, para niños y niñas, adultos mayores de 60 años, mujeres embarazadas y personas con padecimientos como diabetes, hipertensión arterial, cáncer o afectaciones en el sistema inmune, las restricciones son diferentes: se recomienda permanecer en casa durante el semáforo rojo y naranja, tener movilidad limitada durante el semáforo amarillo, y reactivar actividades regulares hasta que se establezca el semáforo verde.
Por esta razón, también se recomienda a iglesias y agrupaciones religiosas evitar las reuniones infantiles, y sugerir a los adultos mayores permanecer resguardados en casa.
Las fechas de reactivación de actividades religiosas variarán de una entidad federativa a otra, por causa de las distintas tasas de contagio que establecen un semáforo diferenciado a lo largo del territorio nacional. Las diferencias podrán incluso establecerse entre municipios de un mismo estado.
Las recomendaciones de la Segob no descartan las realizadas por la Secretaría de Salud, por el contrario, se supeditan a las que ésta ha emitido y emitirá en próximos días. El comunicado pretende aclarar las condiciones de la reactivación de actividades, considerando las limitaciones que han tenido “miles de grupos religiosos” para congregarse durante este periodo.
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