A dos años de la apertura del caso de Paulette, la pequeña de 4 años cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en su propia cama en 2010, Lizette Farah, madre de la víctima, aseguró que el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto la amenazó de muerte.
De acuerdo con una entrevista realizada en mayo del 2012, por la cadena Univisión, la señora Farah aseguró que fue torturada por autoridades del Estado de México, motivo por el cual demandó por daños y perjuicios a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) por la suma de USD 40 millones.
Asimismo, señaló que por lo publicado en medios de comunicación, derivado de las investigaciones de la procuraduría, ha sufrido agresiones y amenazas de gente que ni siquiera conoce.
“Me he encontrado con gente que me escupe, gente que me deja notas en el auto diciéndome que soy una asesina y que ojalá que me vaya al infierno”, declaró durante la entrevista.
Respecto a la violación de sus derechos humanos durante las pesquisas del deceso de su hija, la mujer refirió que:
“Me ponían un arma aquí (señala su cien con la mano) y me decían que confesara o que me iban a matar. Me ponían una bolsa de plástico en la cabeza para que me asfixiara y me la quitaban, que ya les dijera que dónde estaba la niña”.
Ante la pregunta expresa de que si teme por su vida, la demandante contestó de manera afirmativa. Además, agregó que no sólo es ella, sino que también teme por la integridad de su otra hija y de su mamá. Aseguró que ha recibido numerosas amenazas de cartas anónimas y en medios electrónicos; sin embargo, está segura de que la fuente de éstas eran de Peña Nieto.
Respecto a la posibilidad de que EPN fuera el próximo presidente, la víctima de acoso explicó eso la pondría en sumo peligro.
“Pues si llega a ser presidente sé que me va a matar. Si sus amenazas están desde ahorita, desde hace dos años, pues yo sé que me va a desaparecer”; no obstante, aclaró que sus intenciones al hacer estas declaraciones son legítimas, pues ella no pretende lucrar de ninguna forma con esto, pues aseguró que lo que quiere es hacer su vida desde cero.
El caso de Paulette Gebara Farah inicia en Huixquilucan, Estado de México, el 22 de marzo del 2010, cuando Mauricio Antonio Gebara y Lizette Farah, padres de la menor, reportaron a su hija como desaparecida.
En un principio la investigación corría como cualquier otra; sin embargo, la atención mediática empujó a la procuraduria mexiquense a prestarle especial atención al caso.
Por su cuenta, los padres de la entonces desaparecida habían montado matas de búsqueda para acelerar el proceso. “Ayúdame a regresar a mi casa. Me llamo Paulette y tengo 4 años. Tengo discapacidad motriz y del lenguaje, presento una cicatriz en la espalda del lado izquierdo, no puedo valerme por mí misma, necesito a mis papás”, decían los carteles colgados en el Edomex.
De acuerdo con la versión del matrimonio Gebara Farah, la niña había sido acostada en su cama la noche anterior. Asimismo señala que, en menos de 24 horas, elementos de la PGJEM arribaron a la casa de la familia para iniciar las pesquisas correspondientes. En otras palabras, inspeccionaron la casa en búsqueda de pistas, esto incluye la habitación de la niña.
De acuerdo con la procuraduría, tras presentarse inconsistencias en la declaración oficial de los padres de Paulette, se solicitó un arraigo para ellos.
Al poco tiempo, fue localizado el cuerpo sin vida de la niña a los pies de su cama, lugar que ya había sido inspeccionado por uniformados y un equipo canino. Sin embargo, y a pesar de las inconsistencias, el caso fue cerrado en mayo y se declaró un accidente.
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