A un año de las elecciones de 2021 -domingo 6 de junio- y cerca del día en que el Instituto Nacional Electoral (INE), confirme la aprobación de los conjuntos políticos que podrían tener participación en dichos comicios -en los que se definirá la formación de la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y 29 congresos locales-, cada vez agarra más forma la oposición que busca derrotar a López Obrador.
Y es el movimiento del expresidente Felipe Calderón, llamado México Libre, el que más ha llamado la atención en este proceso, perfilándose como el principal proyecto que busca plantar cara a AMLO y a su 4T.
Especialistas del proceso electoral que empieza a vivirse en México explicaron a France 24 lo que viene tras, lo que prevén, la inminente aprobación por parte del INE del movimiento político de Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, ex candidata presidencial en el proceso de 2018.
Calderón Hinojosa fue mencionado el pasado 9 de junio por López Obrador al presentar un supuesto proyecto de la oposición -BOA, Bloque Opositor Amplio-, que aseguró le hizo llegar la ciudadanía. El presunto documento enlistaba acciones conjuntas -de partidos, prensa, empresarios, intelectuales- para derrotar al partido oficialista Morena en las elecciones estatales y legislativas de 2021.
Aunque se deslindó de inmediato del supuesto BOA, el expresidente Calderón aprovechó para convocar a la ciudadanía, mediante sus redes sociales, a registrarse en México Libre.
Fausto Barajas, coordinador nacional de México Libre, respondió a France 24 que “cada vez que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador presenta problemas, como el mal manejo económico y de la pandemia, recurre a este tipo de distractores”.
Además, señaló que el movimiento político busca a través de los canales institucionales hacer oposición y ser una opción legítima para los mexicanos.
Pero no son los únicos que persiguen ese fin.
El INE reinició sus funciones de manera virtual en junio, para comenzar a revisar los documentos que presentaron las organizaciones políticas para lograr su registro nacional y estar presentes en las elecciones del 2021.
“Fueron más de 100 agrupaciones las que tenían intención de convertirse en partido, sin embargo, solo siete entregaron la solicitud formal ante Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE”, detalló el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
Se trata de Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Grupo Social Promotor de México, México Libre, Fuerza Social por México, Fundación Alternativa y Súmate a Nosotros; cumplieron de forma preliminar la cantidad de afiliaciones con credencial de elector y la celebración de al menos 20 asambleas estatales con 3 mil personas o 200 asambleas distritales con 300 asistentes.
El INE aclaró que ninguna organización que busca convertirse en partido político tiene asegurado todavía su registro y advirtió que no se podrá determinar el 1 de julio, como se marcaba en la legislación, sino hasta septiembre, por la situación actual de la pandemia.
Fausto Barajas dijo que ante el aplazamiento, solicitaron su alta antes de septiembre mediante recursos, para no estar en desventaja en el proceso electoral. Barajas, uno de los principales responsables del movimiento, espera que en julio se pueda obtener el registro de México Libre como partido político, si la autoridad electoral reconsidera los plazos.
Calderón dice que México Libre supera el número de afiliados de los que tiene el partido oficialista.
France 24 detalla que, en la información difundida por el máximo órgano electoral sobre los afiliados a partidos políticos, al 31 de enero de 2020; Morena contaba con 278,332 afiliados; el conservador Partido Acción Nacional con 234,450 y el socialdemócrata Movimiento Ciudadano con 229,474. Mientras que México Libre registra 317,992 afiliados, de acuerdo con el último corte del INE de afiliaciones de organizaciones que pretenden convertirse en partidos políticos, en marzo de 2020. Sin embargo, esa cifra es preliminar porque las afiliaciones aún no son validadas y autenticadas.
Algunos especialistas en política mexicana que critican el nacimiento del proyecto político, recuerdan las polémicas durante la presidencia de Calderón, entonces del partido conservador PAN.
El periodista Rodulfo Reyes Aguilar, citó dicho medio, rechaza el movimiento México Libre pues “estará integrado de panistas partidarios del expresidente, lo que lo aleja de la posibilidad de contar con caras nuevas. Sus dirigentes serán los mismos que vimos en el sexenio 2006-2012. El nuevo partido solo viene a engrosar la lista de institutos políticos en el país, pues al frente estará un panista que ha dejado el PAN por ser desplazado por otros grupos de poder”.
“Felipe Calderón no puede aportar nada nuevo por la sencilla razón de que ya ocupó el principal cargo público de México y sus propuestas fueron similares a la de los gobiernos priístas”, concluye Reyes Aguilar.
Por su parte, el analista Jorge Guadarrama, también consultado por France 24, señala que el nacimiento de México Libre incluso podría favorecer a la actual presidencia, pues “López Obrador usa reiteradamente como narrativa criticar gobiernos anteriores y polarizar a los ciudadanos, por lo que el proyecto del expresidente representa el villano por excelencia que encaja en su estrategia, y solamente logrará impulsar la división que tanto le sirve a su presidencia, lo que beneficiará a su Gobierno y a su partido político Morena”.
Pero también Guadarrama y otros especialistas señalaron que, si bien hay argumentos para pronosticar dificultades para el movimiento político, también existen condiciones objetivas para pensar en éxitos para México Libre.
Guadarrama señala que México Libre “podría convertirse en un tsunami social, pues mientras el actual Gobierno se siga desgastando como resultado natural del ejercicio del poder y de errores que todas las presidencias tienen, el partido del expresidente estará haciendo política desde la oposición, donde se puede beneficiar del voto de castigo y del deseo de cambio (...) Calderón puede enfatizar aspectos positivos de su presidencia, como las políticas económicas, la mano firme contra el crimen y el sistema de salud”.
“Un gran porcentaje de ciudadanos tienen inclinación opositora, pero consideran que los partidos actuales están debilitados, pues Morena controla los tres poderes de la Unión: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial”, concluye Guadarrama.
Otro de los consultados fue el maestro en política pública José de la Peña, quien consideró que “el proyecto derechista es un proceso natural visto de forma constante en el resto de Latinoamérica, cuando los gobiernos de izquierda incumplen, la sociedad tiende a buscar alternativas de derecha o ultraderecha". Sin embargo, también señala que México libre no tendrá un gran peso político de inmediato, pues “será un partido relevante no en el 2021 sino el 2024, en alianza con otras fuerzas políticas, como contrapeso de Morena”.
Por su parte, el analista y consultor político Arnulfo Valdivia, considera que “por la ausencia de alternativas políticas ante un gobierno que por sus amplias mayorías electorales, presenta y representa el riesgo de convertirse en una maquinaria de Estado que avasalle la democracia mexicana y, con ello, la libertad de quienes no piensen como ellos; el proyecto es un intento legítimo de equilibrar la relación de poder en México, sobre todo en tiempos en los que los partidos políticos tradicionales quedaron diezmados y carentes de banderas programáticas e ideológicas”.
La continuidad del proyecto de López Obrador será puesta a prueba, por primera vez en las urnas, en las elecciones de 2021, pero también se medirá la fuerza de la oposición que busca debilitar el control del presidente en el Congreso de la Unión.
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