Aparte del distanciamiento, el uso de una mascarilla y la higiene de manos es extraordinariamente importante que algunos recintos sigan cerrados o bien ventilados. La nueva evidencia indica que cuando las personas infectadas hablan y tosen, quienes respiran el virus de la COVID-19 corren un riesgo mayor de contagio, pues éste se mantiene en el ambiente cerca de tres horas.
“El prototipo es un vagón del metro. Tú te metes ahí, donde van dos o tres enfermos que están respirando y están lanzando el virus al aire y no hay una buena ventilación, entonces empiezas a respirar digamos a 20 virus por minuto o si estás más cerca de la persona, a 50 virus por minuto, entonces si tú necesitas mil virus para infectarte, sólo se necesita respirar por 20 minutos ese aire”, señaló Alejandro Macías Hernández, médico infectólogo.
Si bien el coronavirus no enfermará gravemente a la mayoría de las personas -muchos ni siquiera lo notarán-, esta enfermedad ha demostrado que “es sustancialmente peor de lo que pensaba el mundo”. Provoca sobresaturación de los servicios al grado de colapsar hospitales, de ahí la necesidad de mantener ecuanimidad al considerar que estamos entrando a la nueva normalidad.
De acuerdo con el doctor Macías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, los números para el país indican que estamos entrando a la mitad del inicio de la primera ola. “No estamos viendo la luz al final del túnel”. Este virus hace pensar que está muy avanzado cuando en realidad no lo está, si acaso, yendo insistentemente hacia arriba de la curva.
“Hay que recordar que la primera ola de la epidemia tiene forma de campana, con una cúpula más o menos chata o prolongada y que para la gran mayoría del territorio nacional, inclusive la Ciudad de México, todavía no llegamos ni a la cúpula de la campana, vamos en la subida de la campana”.
Esta situación no permite siquiera proyectar fórmula alguna de cómo salir a la “nueva normalidad”, porque para ello se precisa estar en fase de descenso, es decir, haberse incrementado casos nuevos de contagio y defunciones.
Al respecto, en entrevista con Deyanira Morán para el programa Prisma RU de Radio UNAM, mencionó que nuestro país “tiene registradas hasta el momento relativamente pocas defunciones en relación con el potencial que esto puede llegar a tener”, por lo que el panorama no es bueno si se toma en cuenta que le falta mucho a esta primera ola de contagios.
“Esta pandemia va a ser, sin lugar a duda, quizá con excepción de la Primera y Segunda Guerra Mundial, la crisis de salud, de política y de economía más grande que ha visto el mundo en los últimos cien años”.
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