Ante el incremento drástico del número de contagios diarios de coronavirus (COVID-19) en los Estados Unidos, la Casa Blanca está explorando la posibilidad de que los viajes desde México puedan estar contribuyendo a una nueva ola de infecciones; incluso, más que las medidas que han tomado los estados para reanudar las actividades económicas.
De acuerdo con dos funcionarios que hablaron con la agencia AP, bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizados para hablar públicamente de conversaciones internas, esta posibilidad fue discutida en cierta medida durante una reunión del grupo de trabajo sobre coronavirus del gobierno en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, que se centró en identificar los elementos comunes entre los brotes nuevos y cómo aumentar las capacidades de respuesta.
Y es que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) enviaron equipos de estudio a zonas que están registrando aumentos recientes de COVID-19 para tratar de rastrear los brotes y contenerlos. Entre ellos los estados de Arizona, California, Texas y Carolina del Norte, sobre todo en las comunidades hispanas.
Como resultado, el grupo de trabajo revisó si esos repuntes podrían estar vinculados con viajes legales entre Estados Unidos y México.
Si bien el presidente Donald Trump ha hecho todo lo posible para sellar las fronteras estadounidenses a inmigrantes que buscan ingresar al territorio de manera legal e ilegal durante el brote, los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes siguen teniendo permitido entrar a la Unión Americana, así como los trabajadores agrícolas.
El grupo de trabajo de la Casa Blanca también revisaba otras causas del reciente incremento de las cifras, y señaló que los problemas probablemente difieren según la ubicación. Las demoras en la presentación de informes y el hecho de que algunas personas contagiadas se sometan a múltiples pruebas para poder obtener una autorización para regresar a trabajar son otras teorías que se están explorando.
Desde hace tiempo Trump ha señalado a México como una fuente de crimen y enfermedades en Estados Unidos, y ha utilizado la crisis de salud para impulsar algunas de sus propuestas de inmigración más duras, como bloquear el asilo en la frontera y limitar la emisión de tarjetas de residencia a aquellos que vivan fuera del país.
México repatria a cientos de migrantes para reducir la propagación de COVID-19 en EEUU
Desde hace tres semanas, México comenzó a repatriar por avión y directamente a la capital, a cientos de sus ciudadanos desde Estados Unidos, ante un incremento de los cruces ilegales al país vecino.
La Cancillería indicó a través de un comunicado que la operación busca repatriar “de manera digna, segura y ordenada” a los mexicanos y facilitar su retorno a sus lugares de origen.
Sin embargo, la Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP, por su sigla en inglés) explicó que el objetivo de la repatriación es “reducir la propagación de COVID-19 en Estados Unidos” y aminorar “la presión sobre los recursos de México a lo largo de la frontera”, ante el aumento del ingreso ilegal de mexicanos a su territorio.
Según la CBP, del 20 de marzo al 14 de mayo, se observo un aumento del flujo de ciudadanos mexicanos que han hecho reiterados intentos de entrar a Estados Unidos sin documentos y evadiendo las medidas de seguridad sanitaria.
“Algunos han reingresado ilegalmente a Estados Unidos más de 10 veces durante este periodo”, agregó la CBP.
De acuerdo con lo que la Patrulla Fronteriza en San Diego dijo al periódico Excélsior estos esfuerzos se realizan en coordinación entre el Departamento de Seguridad Interior (HSD, por sus siglas en inglés) y las contra partes de este sector en México.
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