La financiación del narco mexicano a los cárteles colombianos

El objetivo es garantizar la producción de cocaína y proteger el traslado o abastecimiento de la misma en Estados Unidos

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Los vínculos entre el crimen
Los vínculos entre el crimen organizado en México y el narcotráfico en Colombia se han mantenido fuertes durante los últimos años (Foto: Juan José Estrada Serafín/Cuartoscuro)

Los vínculos entre el crimen organizado en México y el narcotráfico en Colombia se han mantenido fuertes durante los últimos años. Fue a raíz del Acuerdo de Paz que puso fin a la guerrilla de las FARC-EP que la competencia armada y el control de actividades ilícitas se ha fortalecido en los territorios donde se mantenía el conflicto armado.

En ese contexto, el narcotráfico es una de las actividades más desarrolladas, de acuerdo con la “Radiografía de la ominosa presencia de los cárteles mexicanos” de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares). Pero los grupos criminales no están solos. En la reconfiguración armada de Colombia se ha alertado por la intromisión de los cárteles mexicanos en la búsqueda de garantizar la producción de cocaína y proteger el traslado o abastecimiento de la misma en Estados Unidos.

La financiación es una de las formas de intervención de los grupos armados mexicanos. De acuerdo con los reportes de 2018 y 2019 dados a conocer por la Defensoría del Pueblo, los cárteles tienen gran influencia en distintas demarcaciones gracias a la inyección de recursos, especialmente dinero y armas.

Algunos grupos armados han sido transparentes al respecto. Organizaciones como el Grupo de los JJ en Tierralta, Córdoba, hicieron manifestaciones al respecto. Además, han evidenciado que el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) también inyecta recursos a los Caparrapos en zonas de Antioquia como Dabeiba, Urimita y Cañas Gordas.

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Han revelado que el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) también inyecta recursos a los Caparrapos en zonas de Antioquia (Foto: Especial /Cuartoscuro)

Pero también han logrado su influenciar las articulaciones de los grupos armados colombianos, especialmente cárteles mexicanos provenientes de Sinaloa con el objetivo de regular la cadena de producción, la comercialización y la ruta de movilidad de la cocaína.

Por otra parte, se han revelado diversos tratos como el intercambio tecnológico entre el Cartel de Sinaloa y el Clan del Golfo. Su propósito es fortalecer las comunicaciones de Colombia con el narcotráfico internacional. Además, señalaron que los mexicanos podrían estar pagando la cocaína con armamento.

El Cartel de Sinaloa también podrían ser el presunto cerebro tras el grupo denominado “Los Mexicanos”, quienes tienen presencia en Ciénega, Magdalena y que crean alianzas con el Clan del Golfo para regular el mercado de comercialización de la droga.

Otra de las alianzas conocidas es la de cárteles mexicanos con Los Pachencas y El Clan del Golfo, conocidos como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia-AGC. en municipios como Aracataca Fundación, Santa Marta, Zona Bananera o el departamento de Putumayo identificaron negocios de un grupo llamado “Mafia de Sinaloa” en el procesamiento y comercialización del clorhidrato de cocaína.

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Dichas financiaciones han provocado el aumento de los índices de violencia en busca del control del mercado de la droga (Foto: Archivo)

Estas financiaciones o alianzas se observan en, por lo menos, tres lugares comunes. El primero es en zonas donde hay mayor densidad de cultivos de hoja de coca. El segundo es en zonas donde hay mayor presencia de los grupos armados colombianos, lo que ha llevado al aumento de la violencia para disputarse los territorios. El último, es en zonas donde las FARC hicieron presencia hasta el Acuerdo de paz y después fueron ocupados por grupos del narcotráfico.

Sin embargo, las financiaciones del narcotráfico mexicano en el país sudamericano también son propensas a tensiones y enfrentamientos entre los distintos grupos armados locales. ELN, Frente Comuneros del Sur, Guerrillas Unidas del Pacífico, Frente Oliver Sinisterra y las AGC, por ejemplo, mantienen disputas por el control de las plazas Tumaco, Barbacoas, Ricaurte y Nariño.

En Antioquia, por otra parte, sobre todo en lugares como Bello, el Norte y Bajo Cauca, hay un bando que mantiene alianzas con el CJNG y otro con el Cartel de Sinaloa, lo que ha provocado el aumento de los índices de violencia en busca del control del mercado de la droga.

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