“La 4T tendría que aceptar la disensión sin que sea tachada de traición”: Jorge Zepeda

Jorge Zepeda Patterson es uno de los comunicadores que se ha mostrado a favor de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está cambiando “aspectos fundamentales de la vida pública en México”. Sin embargo, sus opiniones no son enteramente alabanzas hacia el mandatario y por ello se ha definido como un “amloista con derecho a disentir”.

En su más reciente columna publicada en diversos medios de comunicación, el periodista resaltó que la dirección que ha tomado la actual administración dista de manera importante respecto a los gobiernos anteriores en temas prioritarios para la población como la corrupción o el crimen organizado.

“No sé si al final califique como una Cuarta Transformación, como él presume (al nivel de la Independencia, la Reforma o la Revolución de 1910), pero no tengo dudas de que este sexenio está enderezando distorsiones y excesos de un sistema que había llegado al límite por su corrupción, por su fracaso frente al crimen organizado y por el abandono de una buena parte de la población”, escribió.

Esos elementos fueron clave para que tanto el PRI como el PAN no regresaran a la silla presidencial, en donde López Obrador, “más allá de las controvertidas provocaciones, la cuestionable sobreexposición y sus métodos”, comentó Zepeda, está llevando a cabo un proceso de cambio.

Algunas de las evidencias que mencionó el comunicador en relación a esta premisa son la transferencia de recursos a los sectores sociales desprotegidos; proyectos de inversión pública en el sureste del país; la modificación del sistema de salud; el combate a la evasión fiscal; el combate al robo de combustible; y las restricciones al endeudamiento del sector oficial, entre otras.

Todos estos puntos, según Zepeda, conforman los intentos de cumplir la agenda social y política con la que se comprometió el mandatario, la cual ha realizado “sin represión política frente a los que manifiestan su oposición y sin someter al erario a deudas futuras (...) Una revolución social sin violencia, con estabilidad y responsabilidad financiera”.

Un aspecto que podría criticarse de López Obrador, comentó, son las polémicas declaraciones de cada semana. “El presidente parece divertirse con los fuegos artificiales y las pasiones encontradas que producen sus rifas o la exhibición de documentos apócrifos de presuntos complotistas”; sin embargo, destaca que eso no debe quitar la atención en relación al avance de la agenda el jefe del Ejecutivo.

Aunque en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus se le señaló como un gobernante “irresponsable” por haber negado a los empresarios un paquete de apoyo ante la crisis económica, para Zepeda Patterson actuó con apego a su agenda, es decir, encaró la emergencia sin ingresos extras o endeudamientos y, en cambio, alentó un programa de créditos populares.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), debido a la pandemia del nuevo coronavirus se han perdido 12 millones de empleos de manera temporal. No obstante, matizó Zepeda, “sólo 2 millones eran del sector formal, es decir, aquellos a los que el presidente se rehusó a ayudar”, mientras que los otros 10 son informales, aquellos a los que se orientaron los créditos.

Los argumentos son vastos a favor de López Obrador, pero el periodista asegura que eso “no quiere decir que coincida siempre con su gobierno y mucho menos que esté dispuesto a renunciar a mi derecho a disentir, como él lo pide”.

Desde el punto de vista de Zepeda Patterson hay un aspecto comprensible y uno aberrante en las declaraciones del presidente respecto a que se está con él o en su contra. Por un lado, interpreta que esa postura se refiere a quienes se dicen partidarios de favorecer a los pobres, pero descalifican su proyecto bajo cualquier pretexto.

Al final, fue claro al decir que el apoyo a la 4T no significa una sumisión ciega a todos los actos del gobierno. “Estoy a favor de la transformación de México, pero rechazo que en ella sólo puedan haber conservadores (abiertos o simulados) por un lado y progresistas sumisos, por el otro. El país de justicia e inclusión al que aspira la 4T tendría que aceptar la disensión sin que sea tachada de traición”.

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