Durante su visita de supervisión de las obras de rehabilitación del complejo “General Lázaro Cárdenas”, en Minatitlán, Veracruz, el presidente López Obrador dio un discurso polarizador el sábado al afirmar que México vive un momento de definiciones, por lo que solo hay lugar para dos tipos de mexicanos: los que están a favor de la Cuarta Transformación del país, a los que él identifica como liberales, o los que están contra ella, y que vendrían siendo los conservadores.
“Es tiempo de definiciones, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay para dónde hacerse, o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país. Se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos”, dijo el presidente desde Veracruz, sin embargo, su dialéctica fue interpretada por algunos expertos como un llamado entre líneas a la división y radicalización en el país.
Salvador García Soto, columnista de El Universal, dijo que el discurso del presidente pasó de la polarización y el contraste de las ideas y las diferencias, a la división y ruptura para supuestamente buscar consolidar y aglutinar su base política de votantes en beneficio de los próximos comicios federales.
“Los ‘liberales honestos’ y los pobres, a los que les vende una ‘lucha de clases’, contra los ‘conservadores corruptos’, con miras a la batalla decisiva que viene para su gobierno en los comicios federales del próximo año en donde peligra su mayoría legislativa en la Cámara de Diputados”, escribió el periodista.
"El problema es que en su discurso de intolerancia, López Obrador parece asumir que sólo gobierna para los que piensan como él y se olvida del resto de los mexicanos que, en sentido estricto, son mayoría. En su clasificación de ‘conservadores y corruptos’ el mandatario no distingue matices ni diferencias e incluye en un mismo saco igual a sus opositores políticos más radicales, partidos, empresarios, gobernadores de oposición, que a sectores que en algún momento lo apoyaron y apostaron por su movimiento de cambio plural e incluyente, pero que hoy son abandonados y hasta despreciados por el jefe del Ejecutivo: pequeños y medianos empresarios, clase media, académicos, científicos, artistas y profesionistas que hoy, por disentir o cuestionar, son vistos como ‘enemigos del régimen’.
Éste sábado, el mandatario fustigó a quienes con un velo de intelectualismo y desde los cargos públicos buscan proteger al régimen de los privilegios a costa del sometimiento de los más pobres.
En uno de sus discursos más enérgicos, el presidente López Obrador llamó a los actores de la vida pública de México a definirse a favor o en contra de su proyecto de gobierno. Las posturas moderadas no tienen cabida, advirtió.
“Ahora con los hechos (violentos) de Guadalajara, de Jalisco, un intelectual orgánico, Lucas Krauze Alamán, tomó partido o, mejor dicho, reafirmó su conservadurismo, y así otros. Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas”
Y es que en su cuenta de Twitter, el escritor e historiador Enrique Krauze felicitó la actuación del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, frente a los actos represivos contra los manifestantes que el jueves se reunieron afuera de la casa de gobierno en Guadalajara.
El mandatario jalisciense acusó al presidente López Obrador, a “su gente” y a su partido Morena de estar detrás de la violencia en las protestas en Guadalajara por la muerte de Giovanni López.
“Le pido al presidente de la República que le diga a su gente y a su partido que ojalá y estén midiendo el daño que le están generando al país con este ambiente de confrontación porque son ellos justamente los que han generado todo esto que estamos viviendo", subrayó.
Alfaro acusó que las protestas fueron infiltradas por personas enviadas desde los “sótanos del poder” de la Ciudad de México y que se pagaron millones de pesos en pautas en redes sociales para “mentirle” a los jalisciences.
El viernes, durante su conferencia matutina desde Villahermosa, Tabasco, López Obrador pidió a Alfaro que presentara las pruebas de su acusación y actuara con responsabilidad.
Más tarde, Alfaro tuvo que matizar su postura hacia el presidente.
“Lo que yo le digo al presidente de México es que yo sigo creyendo que es una gente de bien, que él no está dando estas instrucciones, pero también le digo con claridad al presidente que su gente cercana, que gente de su gobierno y de su partido está apostando a la violencia como una ruta para seguir manteniendo el poder”.
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