¿Puede haber una nueva normalidad para los animales y el planeta?

Cada uno de nosotros, desde un cambio individual, tiene la capacidad de transformar nuestra realidad actual y contribuir a ese cambio global que todos necesitamos

Guardar
(Foto:: © Igualdad Animal /
(Foto:: © Igualdad Animal / Love Veg México)

En los días en los que el mundo vivió la emergencia global en su mayor auge, circularon por las redes diversas imágenes que mostraron cómo la reducción de la actividad industrial y del flujo del transporte estaba teniendo un impacto tremendo en el medio ambiente y los animales.

Vimos cómo el cielo estaba más limpio y supimos que las emisiones de gases contaminantes se han reducido en un 25 por ciento. En medio del silencio de las metrópolis – usualmente ruidosas y agitadas – el canto de los pájaros se hizo habitual al igual que la presencia de animales que se atrevieron a avanzar ante la ausencia de los humanos.

Ejemplares de animales poco vistos en zonas urbanas se abrieron paso, mostrándonos que ahí están, pero que es nuestra forma de vida la que los ha alejado de nosotros. Han mostrado que hemos sido nosotros el invasor y no al revés.

Esto nos ha permitido ser más conscientes de cuán alto es cada día nuestro impacto en el medio ambiente y de que, sin duda, nuestra presencia le cuesta muchísimo al planeta. Y aunque sabemos que ya se están reiniciando las actividades y entrando en la nueva normalidad, luego de haber visto con nuestros propios ojos cómo es un mundo sin nosotros, en el que los animales continúan sus vidas sin dañar y sin dejar huella, muchos nos estamos preguntando ¿es posible un mundo sostenible – y mejor en todas las formas- si nos incluye a nosotros los humanos?

Podemos lograrlo, pero necesitamos primero entender que aunque el planeta sí puede ser un lugar sostenible a pesar de nuestra presencia, lo mismo sería imposible si seguimos basando nuestro sistema de producción de alimentos en la ganadería industrial.

En un mundo sin ganadería industrial, cada año 70,000 millones de animales serían librados de ser sometidos a las prácticas más crueles y de sufrir una muerte horrible en los mataderos del mundo. Aunque todos los animales utilizados para consumo sufren muchísimo, los peces y los pollos son los que se llevan la peor parte. Un mundo sin pesca industrial y sin la industria del pollo salvaría cada año de la crueldad extrema y de la muerte más de un billón y medio de peces y 66 mil millones de pollos.

En un mundo sin ganadería industrial, es decir, un mundo en el que nuestros alimentos no provengan de su obsoleto y devastador sistema de producción, se reduciría un cuarto del total de gases de efecto invernadero a nivel mundial, el 45% de las tierras del planeta para pastoreo o siembra de cereales para animales destinados a consumo no estarían ocupadas, se consumiría entre un 20 y 30% menos del agua potable en todo el mundo y la deforestación en el Amazonas disminuiría en un 50%.

¿Te sorprende? Espera porque hay más…en un México sin ganadería industrial la cifra del consumo de agua se reduciría en un alarmante 50% y la ganadería industrial dejaría de ocupar la mitad del territorio nacional con granjas, mataderos, pastizales y cultivos para los animales.

Las alternativas a la carne y otros productos de origen vegetal crecen en ventas de manera exponencial y millones de personas llevan ya están reduciendo su consumo de carne. De igual manera, cada vez más celebridades y deportistas de alto rendimiento están llevado una alimentación a base de plantas por diversos motivos y animan a otros a hacerlo y políticas gubernamentales comienzan a incentivar que los ciudadanos reduzcan su consumo de carne o sigan una alimentación más sustentable.

Estos avistamientos inusitados de animales durante este periodo en que tuvimos que reducir nuestra movilidad y por tanto nuestro impacto medio ambiental nos ha mostrado que un futuro que los incluya como cohabitantes del planeta es posible.

Cada uno de nosotros, desde un cambio individual, tiene la capacidad de transformar nuestra realidad actual y contribuir a ese cambio global que todos necesitamos. Somos nosotros (y no las industrias) los que podemos transformar el actual sistema de producción de alimentos basado en la ganadería industrial en uno que no involucre la crueldad hacia los animales, que sea respetuoso con el ambiente y que no conlleve riesgos para nuestra salud y, sobre todo, que no ponga nuestra futuro en riesgo.

Anímate a probar hoy. Love Veg lanzó un reto en los que durante 25 días te ayudará a hacerlo. Son recetas fáciles, saludables, compasivas con los animales y respetuosas con el medio ambiente está todo lo que necesitas para empezar y te acompañaremos en cada paso.

*La autora es coordinadora de Comunicaciones México de Igualdad Animal

Lo aquí expuesto es opinión del autor y no refleja la postura editorial de este medio

Guardar