La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) hizo algunas precisiones al ranking elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, donde señala que, durante 2019, seis de las 10 ciudades más violentas del mundo se encuentran en México.
La dependencia federal señala que el Consejo Ciudadano indica que la clasificación se basa en cifras estimadas, por lo que su estudio no es 100% exacto. Sobre las cifras de México, señala que al cierre de su estudio no disponía de la información de víctimas de homicidio doloso para 2019 publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Por ello, utilizó un método de estimación (prospectiva).
Profundiza que en la justificación del estudio se reconoce que las “cifras utilizadas para el cálculo de las tasas y las posiciones del ranking son estimaciones”, en ningún momento expone la solvencia de los datos consultados.
Enfatiza que se observan tres debilidades estructurales del ranking:
“No incluye ciudades con menos de 300,000 habitantes. Esto es notorio porque puede haber ciudades muy violentas en el mundo que son descartadas sólo por tener poca población”.
“No incluye ciudades de países en conflicto (ejemplo: Siria, Afganistán, Sudán o Yemen). Esto es relevante en la medida en que las conclusiones a que llega el estudio son parciales”.
“Para el caso de México, el estudio indica que, a falta de información por ciudad o zona metropolitana, se agregan los homicidios dolosos del municipio al cual pertenece la ciudad analizada más las cifras de los municipios conurbados. Esta agregación incrementa las cifras para cada ciudad estudiada”.
La SSPC indica que “es importante precisar que la información que publica mensualmente el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se basa en presuntos hechos delictivos registrados en carpetas de investigación y que son reportados por las fiscalías y procuradurías estatales al organismo.
Además, recalca que la aproximación del Consejo Ciudadano “rebasa por mucho la estadística oficial de homicidios dolosos en México. En promedio, su estimación sobre la tasa de homicidios dolosos por cada 100,000 habitantes es 19% mayor respecto a la tasa calculada con cifras oficiales del SESNSP.
El martes, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal publicó su ranking 2019 de las 50 ciudades más violentas del mundo.
Precisó que el criterio para ordenar dicho listado está fundamentado en el número de homicidios por cada 100,000 habitantes. En el conteo cinco ciudades mexicanas ocupan las primeras posiciones:
- Tijuana (Baja California): 2,367 homicidios, tasa de 134.24 por cada 100,000 habitantes (población: más de 1.7 millones)
- Ciudad Juárez (Chihuahua): 1,522 homicidios, tasa de 104.54 (población: 1.4 millones de habitantes)
- Uruapan (Michoacán): 301 asesinatos, tasa de 85.54 (población: más de 351,000 habitantes)
- Irapuato (Guanajuato): 723 asesinatos, tasa de 80.74 (población: más de 895,000 habitantes)
- Ciudad Obregón (Sonora): 281 homicidios, tasa de 80.72 (población: 348,000 habitantes)
- Caracas (Venezuela): 2,134 asesinatos, tasa de 74.64 (población: más de 2.8 millones de habitantes)
- Acapulco (Guerrero): 600 homicidios, tasa de 71.61 (población: más de 837,000 habitantes)
- Cape Town (Sudáfrica): 3,065 asesinatos, tasa de 68.28 (población: 4.4 millones de habitantes)
- St. Louis (Estados Unidos): 194 asesinatos, tasa de 64.54 (población: más de 300,500 habitantes)
De acuerdo con el Consejo, en el ranking, México “arrasa” con todo: primer lugar, primeros cinco lugares, 6 de las 10 ciudades más violentas y 19 de las 50 más violentas. Resaltó que, por segundo año consecutivo, la ciudad más violenta del mundo es Tijuana.
El Consejo responsabilizó de la situación al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues, sostuvo, su política de seguridad es “mucho peor” que las de gobiernos pasados.
“El problema central es que este gobierno al tiempo que trata a los delincuentes como víctimas, es claramente hostil hacia las verdaderas víctimas”, indicó.
“Este gobierno se niega a aplicar la fuerza legal contra los criminales y en cambio les ofrece subsidios, como las ‘becas’ del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que debieran, supuestamente, poner fin a los sicarios al convertirlos en becarios: Por supuesto los sicarios, aunque sean becarios, siguen siendo sicarios”, afirmó.
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