Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio por inauguradas las obras para la construcción del Tren Maya en el sureste mexicano, una de las iniciativas más relevantes para su administración; sin embargo, el 44% de los contratos relacionados con este proyecto ya tenían un ganador antes de llevarse a cabo la licitación.
Hasta la fecha se han concretado 102 contratos para la construcción de esta vía ferroviaria, de los cuales 45 se han entregado mediante adjudicaciones directas, aun cuando el mandatario prometió eliminar este tipo de procedimientos a través del Plan Nacional de Desarrollo.
De acuerdo con datos reportados en el portal Compranet, y consultados por el diario El Financiero, estos 45 contratos por adjudicación directa suman 27,849 millones de pesos, es decir, 39.4% de los recursos que se han erogado en este megaproyecto, al cual se le han invertido más de 70,771 millones de pesos hasta la actualidad.
Uno de los ejemplos más recientes relacionados con adjudicaciones directas es la que entregó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para la construcción del tramo 4, pues se otorgó sin la necesidad de un concurso a ICA por medio de un contrato firmado con el gobierno. Aunque todavía está pendiente por formalizar, el monto fue por 27,000 millones, el más alto de los 102 que se han celebrado.
Cuando se anunció la entrega de dicho tramo a la constructora, Rogelio Jiménez Pons, director general del Fonatur, dijo que “tuvo que ser adjudicación directa, porque sacar a ICA y meter a otra empresa es más complicado. Nos cuesta el derecho de vía si les hubiéramos dicho, ‘quítate, porque allí te voy’, hubiéramos tenido que indemnizar a ICA”.
En este sentido, el funcionario explicó que la empresa tiene el derecho de vía de la carretera Kantunil-Cancún, la cual es paralela al trazo de las vías del tren y por ello se tuvo que entregar la realización del tramo sin la necesidad de un concurso público.
Asimismo, el director de Fonatur defendió que han recurrido a las adjudicaciones directas para contratos “pequeños”, por lo que, desde su perspectiva, no ha habido lugar para la corrupción o para favorecer a una empresa en específico. Incluso recalcó el hecho de que la ONU es un elemento observador en el otorgamiento de contratos.
Después de ICA, otra de las empresas que se han visto beneficiadas por la recepción de contratos sin concurso es Mextypsa, la cual obtuvo documentos para Asesoría técnica para la estructuración del proyecto integral y el Servicio de oficina de gestión por 632,921,800 pesos. Cabe decir que esta empresa sería la encargada de construir la torre de control del cancelado NAIM.
Por otra parte, las invitaciones por parte del gobierno también ha sido uno de los procedimientos que han marcado la construcción del Tren Maya, pues por lo menos 26 contratos se otorgaron por esta vía, lo cual representa 63,342,443 pesos. Los fines de estos contratos fueron las estaciones en Playa del Carmen y Escárcega, estudios arquitectónicos y para los pasos de fauna.
Los consorcios Mota-Engil de México, Gami Ingeniería y Operadora Cicsa son los que han obtenido tres de los siete tramos del Tren Maya por medio de licitaciones; el cuarto lo obtuvo ICA sin necesidad de este procedimiento, el quinto también será licitado, aunque con ventaja para BlackRock, y los dos restantes quedarán a cargo del Ejército.
Aunque la crisis económica provocada por la emergencia sanitaria del coronavirus, de acuerdo con María del Carmen Martínez-Richa, analista de la calificadora Moody’s Investors Service, las dos grandes obras de infraestructura como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas podrían tener un impacto positivo si se realizan con rapidez.
“Definitivamente pueden apoyar de manera positiva, pero va a depender mucho de la velocidad; en el caso particular de Tabasco, recordemos que ya tiene varios años no sólo con un tema de COVID-19, que es actual, sino de recesión económica, y dada la situación actual del petróleo, lo efectos pueden tardar un poco más en materializarse”, señaló.
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