Ciudad de México. Viernes 29 de mayo. Karina "S", jefa de cajeros de la sucursal BBVA 3497, salió de su casa en Ecatepec, Estado de México, para ir al banco en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Cuando circulaba en su auto, un camión de pasajeros le cerró el pasó. De la unidad bajó un hombre, la amenazó con una pistola y la obligó a subir a un automóvil.
En el vehículo viajaban dos hombres más. Mientras avanzaban, le colocaron un cinturón bomba que tenía un reloj, tubos metálicos, cables de colores y cinta gris. Le dijeron que se trataba de un explosivo. Acto seguido, se lo colocaron y lo cerraron con un candado.
Luego se encaminaron al banco y le ordenaron que tenía que ayudarles a robarlo. Los presuntos asaltantes sabían que Karina "S" era jefa de cajeros de la sucursal, por lo que el atraco sería más fácil.
Durante el trayecto la amenazaron y le aseguraron que sabían en dónde encontrar a su esposo, padres e hijos, y que si se negaba a ayudarlos la harían estallar y luego asesinarían a cada uno de sus allegados.
Eran las 09:45 de la mañana cuando arribaron a la sucursal ubicada en San Juan de Aragón y avenida Ferrocarril Hidalgo, en la colonia Constitución de la República. A Karina le quitaron su teléfono y le dieron uno que llevaban los asaltantes, luego la bajaron para que entrara al banco.
En el móvil, los víctimarios iniciaron una videollamada. Le ordenaron que la mantuviera activa todo el tiempo y que les mostrara los movimientos que hacía.
Karina accesó a todas las bóvedas y así los llevó virtualmente hasta el interior de éstas, donde guardan todo el efectivo de la sucursal. Entonces, las amenazas se repetían constantemente: si hacía algo para delatarlos, activarían el explosivo.
Los hombres la hicieron guardara fajos de billetes en bolsas negras que le habían entregado. En total fueron 10 millones de pesos.
La siguiente escena fue la de encender el auto y manejar por distintas calles de la zona, hasta que abandonaron a la mujer en periférico y Río de los Remedio, en el Estado de México. La hicieron bajar, pero antes le pidieron que tomara la llave del candado del cinturón.
Karina caminó sin voltear y después de cinco minutos se quitó el cinturón. Las instrucciones fueron que tenía que lanzarlo al canal de Río de los Remedios. La víctima cumplió las órdenes.
En tanto, la Policía de Investigación indaga cada movimiento que los asaltantes le ordenaron a la jefa de sucursales aquél día. Además buscan las cámaras y analizan lo que sucedió. Se desconoce quienes habrían sido los cerebros de la operación.
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