El regreso a la normalidad en todos los estados de la República está a la vuelta de la esquina y las autoridades sanitarias locales alistan sus respectivos protocolos en conjunto con las empresas o comercios considerados como esenciales.
En la primera etapa del semáforo epidemiológico de la Ciudad de México prevén el regreso de actividades en las industrias de la construcción, la minería, automotriz y cervecera, además de las previamente autorizadas como los servicios médicos, la seguridad ciudadana, etcétera.
Sin embargo, hay un espacio para la ciudadanía que decida salir de su casa a realizar actividades meramente físicas, no recreativas y mucho menos en grupos, lo que podría poner en peligro a todas las personas alrededor. De acuerdo con la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quedan absolutamente prohibidas las fiestas, los días de campo, las citas personal y la congregación innecesaria de las personas.
Por lo anterior, se abrirán los parques y bosques de la entidad, pero solamente al 30% de la capacidad, además de con una estricta vigilancia para realizar al pie de la letra las necesarias medidas sanitarias preventivas, de acuerdo con el periódico El Universal.
Esta reapertura limitada, sin embargo, no incluye los juegos infantiles, las zonas recreativas como pistas de patinaje o canchas para deportes de contacto e incluso las visitas a diferentes zoológicos. La jefa de gobierno se dijo confiada en la gente cumplirá con mas medidas para mostrar lo importante que es salir a recibir aire fresco.
Por otra parte, se espera que el transporte público tenga un aumento de hasta un millón de viajes en la capital mexicana, de acuerdo con las estimaciones de Claudia Sheinbaum en el último reporte de COVID-19 ante la prensa.
Se espera que los transportes, a excepción del Sistema de Transporte Colectivo Metro y Metrobus, los demás operen al 60% de su capacidad, de acuerdo por el protocolo para el reinicio seguro de actividades que reportó El Universal.
Entre las tareas que tendrán que realizar los conductores o dueños del transporte destaca la limpieza y sanitización diaria en tubos, pasamanos, timbres, manijas, tableros, volante, palanca de velocidades, direccionales, ventanas, asientos y alcancías.
Además, se prohíbe que los conductores utilicen corbata, se toquen la cara, coloquen adornos, cortinas y otros objetos innecesarios que pudieran significar un peligro, sin olvidar de las restricciones al uso del celular.
Lo anterior podría durar hasta el 15 de junio, fecha pronosticada para que los colores de las alertas en el Valle de México cambien a naranja y entonces los mexicanos podamos regresar a las plazas comerciales o a los restaurantes.
Sin embargo, también se han impuesto una serie de restricciones y medidas preventivas para que los establecimientos comerciales puedan abrir sus puertas al público, empezando por la operación al 30% de su capacidad.
Además, se tendrán que distribuir las mesas y a los clientes por lo menos con un metro de separación, además de los clásicos dispensadores de gel antibacterial y otros insumos de limpieza y desinfección de manos u objetos.
En los centros comerciales no será diferente, pues el ingreso únicamente será permitido hasta que las también llamadas “plazas” alcancen el 30% de su aforo. Además, deberán instalarse al entrar y salir, filtros para medir la temperatura, así como espacios para desinfectar las manos.
Otras actividades que podrán volver en la alerta naranja son hoteles al 30% de su capacidad, lo mismo que los servicios religiosos o pequeñas y medianas empresas. Cines y teatros lo harán con público hasta el 50%. Se reactivarán los eventos deportivos, pero sin público hasta nuevo aviso.
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