No tenemos ánimos separatistas: gobernadores de 7 estados se pronuncian contra el regreso a la nueva normalidad

El semáforo epidemiológico para establecer el regreso escalonado de actividades socio-económicas a la nueva normalidad ha confrontado a gobernadores de diferentes estados con el gobierno federal y la secretaría de salud pública, pues no consideran que sea pertinente a las realidades de la pandemia en sus demarcaciones.

Señalaron que los cuatro indicadores y sus respectivas actividades esenciales a reanudar fueron establecidos de manera unilateral, pues dejaron fuera la opinión de administraciones tanto estatales como municipales, así como sus respectivas realidades con respecto a la pandemia.

En ese contexto, mandatarios de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Durango, Jalisco y Colima se reunieron para establecer puntos de acuerdo en la creación de sus propias estrategias regionales para iniciar con la reanudación de las actividades, de acuerdo con Expansión Política.

Este acuerdo fue previamente pactado con la Secretaría de Gobernación federal, encabezada por Olga Sánchez Cordero tras la onceava reunión interestatal donde participaron Miguel Ángel Riquelme Solís, Jaime Heliódoro Rodríguez Calderón, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Silvano Aureoles Conejo, José Rosas Aispuro Torres, Enrique Alfaro Ramírez y José Ignacio Peralta Sánchez.

En la reunión, aseguraron que las autoridades federales incumplieron con el compromiso de darle a conocer el semáforo a los gobernadores antes de que éste fuera expuesto al público en la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador.

“Manifestamos toda nuestra incomodidad y rechazo a un semáforo que no refleja la realidad de nuestros estados, por el contrario, pareciera ser que tiene un propósito político para responsabilizar a los estados por los muertos”, dijeron en un comunicado conjunto.

Por ahora, será posible que cada gobernador informe sobre el proceso de reapertura gradual de sus propios territorios. Para ello, aseguraron, tomarán en cuenta todas las medidas sanitarias correspondientes y ampliarán la capacidad estatal de pruebas para detectar la enfermedad COVID-19 para evitar contagios en centros de trabajo, comercios, transporte público, etcétera.

Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, aseguró en las redes sociales que su administración apostará por triplicar la capacidad de pruebas para llegar, por finales de junio, a la cifra de 664 por cada cien mil habitantes, lo que, dijo, está “por encima de países como Colombia, Ecuador, Paraguay, Costa Rica o Argentina”.

“Con una tasa de 220 pruebas, hoy Jalisco está por encima de la tasa de muestreo a nivel federal, pero lo que está por venir nos exigirá todavía una mayor capacidad para medir la pandemia, de manera permanente y masiva", tuiteó.

Por último, los gobernadores concluyeron que su objetivo no tenía fines separatistas, pero tenían claro que deseaban entablar un diálogo con las máximas autoridades del gobierno federal para discutir, entre otras cosas, la distribución de los recursos.

“No tenemos ningún ánimo separatista, lo que queremos es diálogo y respeto a las entidades, y que se respete el principio de equidad de distribución de Hacienda Pública. Nadie ha plantado separarse de la unión; requerimos un nuevo acuerdo en la distribución de los recursos”, apuntó Silvano Aureoles.

A los anteriores, se sumó también el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, quien anunció que en el estado no se levantarán las medidas de aislamiento social ni se iniciará una nueva normalidad el próximo 1 de junio.

Sin embargo, presentó una estrategia de entrenamiento social que incluye cinco pasos fundamentales: identificar los riesgos, diseñar tu propia estrategia, cambiar hábitos y modificar espacios, ensayar antes de salir y seguir instrucciones.

De acuerdo con el más reciente mapa de riesgo presentado por las autoridades federales, la mayoría de los estados, incluido Querétaro, se mantienen en alerta máxima o roja. Al respecto, Servién advirtió que detendrá cualquier preparativo para regresar a la nueva normalidad, y los trabajos y acciones se enfocarán hacia el objetivo de detener los contagios.

“Estamos al borde de un gran riesgo. A pesar del esfuerzo realizado por el personal de salud, a pesar de la responsabilidad de un gran número de familias queretanas; si dejamos de atender las medidas sanitarias, si nos relajamos como sociedad, llegará el momento en que no contaremos con camas y respiradores disponibles en los hospitales”, dijo.

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