Una vez levantado el confinamiento no regresaremos a una nueva normalidad, sino a una realidad totalmente distinta a la que estábamos acostumbrados y a la que estamos viviendo durante la pandemia. Habría que repensarse el regreso a las aulas, a las oficinas, a los cines, a los espacios cerrados donde el aire acondicionado es indispensable para la realización del trabajo cotidiano, como los laboratorios, los centros de cómputo y los quirófanos.
Este nuevo paradigma plantea una evolución en el diseño de los espacios de oficina y/o en espacios de trabajo alternativos, por lo que la arquitectura deberá dar una respuesta eficiente para crear entornos con tecnología de vanguardia, accesibles y confortables que permitan garantizar -de alguna manera- la seguridad de la sociedad en su conjunto.
De acuerdo con Felipe Leal Fernández, profesor de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, arquitectos urbanistas y gente del diseño trabajan en el planteamiento de cambios importantes en la reconfiguración de las ciudades con el fin de evitar la propagación del coronavirus.
Las casas habitación, por ejemplo, deberán de propiciar la ventilación cruzada para abrirse al medio ambiente, es decir, crear espacios abiertos y ventilados que permitan la eliminación de focos de infección. Las oficinas tendrán que -quizá- prescindir de la utilización de los aires acondicionados, ya que maximizan los riesgos de contraer cualquier tipo de enfermedad debido a los virus y bacterias que mantienen en la atmósfera.
Al respecto, Leal Fernández refirió que “en México tenemos la ventaja de tener un clima templado en la mayor parte del país, así podemos obviar los aires acondicionados a nivel doméstico, aunque las oficinas tengan que regresar a la ventilación natural, cruzada, y así evitar los espacios cerrados”.
Sin embargo, para los auditorios, unidades de congresos y cines, regresar a una nueva normalidad les llevará tiempo: “Hasta que haya un tratamiento mucho más eficiente contra este virus; hasta que no aparezcan las vacunas, lo cual llevará años”, sentenció el académico universitario en entrevista con Deyanira Morán, conductora de Prisma RU de Radio UNAM.
Adaptarán barreras físicas en restaurantes y cines
Ante el anuncio de reapertura que ha planteado el gobierno es necesaria una guía de estrategias en restaurantes, por ello, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) lanzó el protocolo “Mesa Segura” que dispone medidas para el desconfinamiento en estos comercios.
La nueva normalidad para restauranteros y su personal deberá reforzar medidas de sanitización de espacios y adaptarlas a la NOM-251-SSA1-2009 sobre prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios, ya establecidos al respecto.
Higiene y distancia física serán las prioridades para mitigar y prevenir contagios en restaurantes, así como romper la cadena de transmisión del virus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19. De ahí que estos centros de preparación y venta de comida deben agregar las nuevas disposiciones de la CANIRAC al “Análisis de peligros y de puntos críticos de control” (HACCP, por sus siglas en inglés).
El primer paso que deben realizar los responsables de estos centros de trabajo es evaluar las condiciones de retorno a labores. Esto, para obtener un diagnóstico situacional de equipos, recursos y materiales necesarios que garanticen una reactivación segura. El formato está disponible haciendo clic aquí.
Ahora bien, antes de abrir los resutaurantes deberán implementar una sanitización exhaustiva en todo el establecimiento, las campanas de cocina incluidas, y después de manera periódica. También debe observarse abasto de insumos para lavado y desinfección. Además, el restaurante deberá contar con ventilación mecánica o natural.
Para actividades de limpieza diaria en superficies y objetos de uso común, la CANIRAC recomienda lavado con agua y jabón, y desinfectar con una solución de hipoclorito de sodio al 0.5%, de cualquier marca comercial certificada que elimine al SARS-CoV-2.
En especial deberán limpiarse lámparas, mesas, sillas, barandales, manijas, puertas, paredes, aristas y cualquier otra superficie u objeto de alcance fácil para comensales y trabajadores del lugar. El piso también debe tener una limpieza periódica, así como ventanas y muros.
Atención especial merecerá el área de sanitarios, según la CANIRAC, por lo que debe incrementar la sanitización en manijas, grifos, dispensadores, así como evitar el uso de toallas de tela y privilegiar las de papel que son desechables.
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