Tijuana, la ciudad fronteriza donde las muertes se explican por la lucha entre cárteles

En la frontera más transitada del mundo, la catástrofe parece siempre inminente

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Tijuana es el tercer municipio
Tijuana es el tercer municipio más violento del país, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C (Foto: Especial)

Acostumbrada a vivir cerca de la catástrofe, la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, asume con naturalidad las noticias de homicidios. El 26 de mayo, ocho personas fueron asesinadas en la región. Se encontraban en contenedores, en la vía pública, atadas con cuerdas o varios impactos de bala.

Así llegaba un día más la frontera más transitada del mundo, y la tercera más violenta en todo el país. De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C., Tijuana contó 2,011 homicidios en 2019. Hace dos años rebasó también los 2,000 asesinatos.

Detrás de las cifras, claro, hay historias. Y muchas son terribles porque sus protagonistas carecen de humanidad. En los años 2009 y 2010, el fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán envió a su gente a apoderarse de dicha ciudad, aprovechando los descalabros que el Cártel de Tijuana había sufrido a lo largo de la década.

Durante esos años, aparecía gente colgada de los puentes y cadáveres disueltos en ácido que Santiago Meza López, “El Pozolero”, operador del Cártel de Tijuana, cocinaba, según su propio testimonio.

Las herramientas de "El Pozolero"
Las herramientas de "El Pozolero" halladas en Tijuana. (Fotos: Facebook de Fernando Ocegueda) Octubre 2018

Luego de una breve tranquilidad, el mapa del horror volvió a sitiar a Tijuana entre las regiones más sanguinarias de México. Esa posición coincidió con la aparición en 2015 del Cártel Jalisco Nueva Generación, cuya expansión brutal sucedió en el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).

En poco tiempo, los emisarios de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, le hicieron frente al Chapo, pactando con lo que quedaba del Cártel de Tijuana o Arellano Félix. La nueva agrupación tomó posesión en la ciudad fronteriza y se extendió a los municipios de Tecate, Mexicalli y Ensenada. Desde entonces, los narcos del CJNG infestaron la frontera.

El año pasado, las autoridades mexicanas detectaron al menos cinco narcolaboratorios. Los reportes indican que la ciudad fronteriza se convirtió en un punto caliente para los cárteles, pues al producir la droga en Tijuana, los narcos evitan pasar por territorios enemigos como Sinaloa y Sonora, además, tienen que entregar menos dinero por sobornos a quienes les permiten pasar la droga a Estados Unidos.

La abundancia de la droga, las capturas de miembros de organizaciones criminales y el reacomodo de cárteles, desataron una lucha por el control de la venta de enervantes que hoy sacude Tijuana.

Habitantes de Tijuana en medio
Habitantes de Tijuana en medio de una escena del crimen (Foto: Washington Post/Melina Mara)

La situación es similar para el municipio vecino, Playas de Rosarito, donde el reacomodo y la disputa de los cárteles, lo llevaron al primer lugar del listado de los sitios más violentos de México.

El estudio del 2019 detalla que los incidentes sangrientos han creado una imagen negativa de la joya turística, que tiene una población de más de 70,000 personas.

En el pueblo turístico de Rosarito, se ha identificado la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, Tijuana, y Santa Rosa de Lima. Dichas organizaciones criminales han encontrado especial interés en la región debido a la red de tráfico de drogas y personas.

Además, desde hace años se tiene la sospecha de que en Playas de Rosarito, un grupo de criminales rusos podría estar detrás de una serie de delitos en la entidad.

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