El prominente narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”, solicitó a un Tribunal federal aplazar la discusión de su posible extradición a los Estados Unidos por el asesinato en 1985 de Enrique “Kiki” Camarena, el agente encubierto de la DEA que operaba en México en la década de los ochenta.
Esta vez, la petición pide que el caso no sea listado para discusión durante la epidemia de COVID-19 en México, sino que se realice hasta que las sesiones sean públicas y las actividades del Tribunal regresen “a la normalidad”. Sin embargo, no es la primera vez que Caro Quintero ha logrado evitar una posible extradición a Estados Unidos y reclamado la ilegalidad de ésta.
“Rafael Caro Quintero pide que este asunto no sea listado hasta que las sesiones de este órgano colegiado sean públicas”, indica el recurso que solicitó el hombre, de acuerdo con los estrados consultados por Infobae México. Además, en el mismo recurso, Caro Quintero pidió que uno de los magistrados integrantes del Pleno del Tribunal en cuestión se recuse del caso.
Por 35 años el famoso narcotraficante ha evadido a las autoridades estadounidenses: hoy se ofrece una recompensa de USD 20 millones por información que lleve a su captura. Esta cifra es la más alta que ofrece Estados Unidos por un criminal mexicano.
Consiguió la libertad por primera vez después de permanecer 28 años en prisión cuando un Tribunal federal le concedió un amparo el 9 de agosto del 2013. La sentencia fue refutada por la entonces Procuraduría General de la República, por lo cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revocó el fallo el 6 de noviembre de ese mismo año. Cuando la sospechosa sentencia fue invalidada, Caro Quintero ya estaba en clandestinidad.
Siguiendo el acatamiento de la SCJN, el Segundo Tribunal Unitario del Tercer Circuito en Guadalajara declaró nuevamente culpables en enero de 2015 a Caro Quintero y a Ernesto Fonseca Carrillo, “Don Neto”, por el secuestro y homicidio de Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar.
El Segundo Tribunal ordenó su recaptura para que Caro Quintero cumpliera con los 12 años de prisión que le faltaban de sentencia. En octubre de 2019, la Primera Sala de la Suprema Corte rechazó su amparo: el narcotraficante había reclamado con varios artículos del Tratado de Extradición firmado entre México y EEUU.
La juez Cuarto de Distrito de Amparo en Materia Penal, María Dolores Núñez Solorio, concedió una suspensión de oficio y de plano al capo en noviembre de 2019. Con este recurso, Caro Quintero, quien se encuentra prófugo, logró frenar otra vez su extradición a Estados Unidos en caso de ser recapturado.
En su acuerdo, la juez Núñez Solorio especificó que el narcotraficante solicitó la suspensión de la orden de extradición solicitada por el gobierno de Estados Unidos, más no de la orden de captura que tiene en México. En el expediente 895/2019, Caro Quintero señaló que en el pedido de extradición existen una serie de anomalías en las que señala como responsables, entre otros, a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En 2018, “El Narco de Narcos” fue incluido en la lista de los diez fugitivos más buscados en Estados Unidos por el FBI (Buró Federal de Investigación). Si se logra la extradición, le espera ser juzgado por ocho cargos penales, entre ellos el asesinato del agente de la DEA.
La petición fue presentada esta semana por la defensa ante el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. Dicha instancia resolvería inminentemente si el amparo solicitado por uno de los líderes del cártel de Sinaloa es procedente o no.
Los argumentos de Caro Quintero para retrasar la discusión de su caso están relacionadas con la emergencia sanitaria por la epidemia de coronavirus en el país, que obligó al Consejo de la Judicatura Federal (CJF) a implementar un nuevo esquema de operación en los Juzgados y Tribunales Federales.
Apenas a finales de abril de este año, el capo ofreció una prueba para no ser extraditado al país vecino. El recurso fue declarado fundado por el Primer Tribunal Colegiado en Material Penal. Con el análisis de la prueba ofrecida por el líder criminal, el tribunal podrá decidir si procede o no la entrega a los norteamericanos.
Los intentos por aprehenderlo no han sido fantasiosos. En 2018, un grupo de marineros liderados por agentes de la DEA arribaron a poblados de La Noria, Las Juntas, Babunica, y Bampopa en Sinaloa buscando al capo en helicópteros.
El fundador del cártel de Guadalajara y supuesto nuevo líder del cártel de Sinaloa habría alcanzado a salir de su escondite segundos antes que irrumpieran los marinos y descalzo se fue corriendo. Dicen que no alcanzó ni a ponerse los huaraches: entre el monte y las espinas. Desde 2013, Rafael Caro Quintero lleva una vida nómada en las montañas de Sinaloa; sin embargo, eso no le ha impedido mover toneladas de cocaína a EEUU.
Según gente de la sierra de Badiraguato, Sinaloa, Caro Quintero se mantiene oculto en alguna choza perdida entre vericuetos del Triángulo Dorado, viviendo a salto de mata y con mil rutas de escape, pues su principal temor es que lo capture el gobierno y lo extradite a Estados Unidos.
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