Las autoridades de la Secretaría de Salud (SSa) actualizaron la cifras relacionadas con la pandemia que hasta el momento se han registrado de 74,560 casos positivos y 8,134 fallecimientos por el COVID-19. Durante esta semana se ha registrado un incremento mucho mayor de infectados ya que sólo el día de ayer se sumaron 3,455 casos más. Sin embargo aún quedan 31,878 casos que son sospechosos de la enfermedad que aún pueden estar poniendo en riesgo de contagio.
En lo relacionado con la disponibilidad hospitalaria, el estado más afectado es Guerrero, que se enfrenta al coronavirus con una disponibilidad de sólo 23% de camas generales lo que lo pone como la entidad que menos camas tiene para atender a pacientes generales. En cuanto a camas especializadas para COVID-19 mantiene como eje a la Ciudad de México, recordando que aún faltan cuatro días más de Sana Distancia.
Uno de los temas específicos de la conferencia fue la presencia de Marcelina Bautista Bautista, quien es coordinadora del Centro de Apoyo y Capacitación para las Trabajadoras del Hogar (CACEH), las cuales se han visto especialmente afectadas pues debido a la pandemia se ha restringido la posibilidad de traslado y la falta de prestaciones por ser parte de un trabajo que aún se mantiene en la informalidad y muchos de sus trabajadores siguen sin ser registrados por sus patrones ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El director del IMSS, Zoé Robledo Aburto, pidió que los patrones registren a sus trabajadores ante el seguro social y recordó que el no hacerlo es una violación a la Ley Federal del Trabajo por lo que hizo un llamado a apoyar a los trabajadores del hogar pus es uno de los empleos más infravalorados y muchos tienen que sobrevivir al día.
Ante el comienzo de la “Nueva normalidad” que comenzará al término de la Jornada de Sana Distancia, en Infobae México te traemos cuales son los mejores consejos para poder adaptarse con mayor facilidad ante la reactivación de algunas actividades. Para ello consultamos con el doctor Francisco Moreno Sánchez, infectólogo perteneciente al Centro Médico del hospital ABC.
Las variables a tener en cuenta son, principalmente, el territorio circundante a los municipios y ciudades en las que nos encontramos, las actividades laborales que se reactivarán, cuáles son los riesgos ante los que se enfrentarán los niños con el regreso a clases y cómo es la rehabilitación de un paciente luego de haber padecido COVID-19.
Una de las actividades que se ha tenido que adaptar ante el riesgo de contagio por COVID-19 ha sido la prostitución. Y es que es innegable que, aunque los trabajadores sexuales han enfrentado la pandemia con medidas especiales sin poder garantizar que sus clientes las puedan contagiar.
Ante esto, la mayoría de las trabajadoras sexuales se han tenido que pasar las noches en la calle con el riesgo de ser agredidas sexualmente o pidiendo favores a amigas y conocidas que les permitan pasar la noche en alguna casa. La crisis ha hecho que muchas de ellas terminen en la calle en lugar de vivir en hoteles, como hacían antes de la pandemia. Algunas se enfrentan al riesgo de ser violadas al pasar la noche en las calles.
Cuando trabajan en un servicio sexual, piden a los clientes que utilicen un gel antibacterial, además de no saludar y referirse a lo más básico sin entablar mucha conversación con los clientes. El COVID-19 las ha dejado como uno de los sectores más afectados de la sociedad.
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