El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), dio a conocer el pasado 11 de mayo, un estudio sobre los efectos que las crisis de salud y económica ocasionadas por la pandemia de Covid-19 tendrá en el acceso a los derechos sociales en México. El panorama que dibuja el CONEVAL es alarmante, porque puede revertir los avances de México en materia de desarrollo social; esto afectará en mayor proporción a los grupos más vulnerables. Es inevitable el aumento de la pobreza, la marginación y la desigualdad social.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), coincide con este pronóstico, a partir de las estimaciones de un decrecimiento de hasta 8% del PIB este 2020 y la pérdida de hasta dos millones de empleos en nuestro país. Si a este conjunto de adversidades agregamos la incapacidad del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador para entender la gravedad de la crisis, se hace evidente el enorme riesgo de una tragedia nacional en los próximos meses y años.
Es preciso puntualizar las proyecciones más delicadas del CONEVAL: la pobreza por ingresos podría situarse entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, teniendo un incremento de la población en situación de pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020. Por su parte, la pobreza laboral aumentará de 37.3% a 45.8% en el segundo trimestre del 2020. Además, la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tendrá afectaciones que los lleven a encontrarse en condiciones de pobreza o vulnerabilidad. Finalmente, el CONEVAL alerta sobre algo que muchos expertos observan como uno de los grandes errores el gobierno de López Obrador: la falta de políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio puede aumentar la cantidad de personas en situación de pobreza y disminuir la clase media.
La limitada estrategia de recuperación económica y social del gobierno de la República se concentra en los programas sociales ya existentes, el financiamiento de megaproyectos que aún no existen y una política de austeridad cada vez más irracional. Pero no hay ninguna propuesta seria para recuperar la planta productiva, defender el empleo y ampliar el piso de protección social. Por eso el CONEVAL es concluyente al indicar que es necesario impulsar medidas de mediano y largo plazos imprescindibles para recuperar una trayectoria de crecimiento incluyente; construir un sistema de protección social con enfoque de derechos sociales que garanticen los derechos humanos de las personas y la cohesión social, incluso en períodos de crisis o emergencias nacionales.
En México no podemos darnos el lujo de un retroceso social de las magnitudes que se vislumbran debido a la crisis ocasionada por el COVID-19 y el empecinamiento ideológico del gobierno de López Obrador en atender solo a los pobres, pero con programas asistencialistas que perpetúan la pobreza. Todos los sectores sociales tenemos que actuar, junto con autoridades locales y legisladores, para sumar esfuerzos y convocar con determinación al gobierno federal a construir un acuerdo nacional de protección social, que permita a México salir delante de la recesión económica, la crisis de salud, el desempleo y la violencia criminal. Tenemos que alejar el fantasma de la descomposición social y la ingobernabilidad que, en efecto, pude hacernos retroceder décadas en el reloj de la historia nacional.
*Diputada Federal, Distrito 13 de Jalisco, por Movimiento Ciudadano
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