Desde diciembre de 2019 se informó que fueron descubiertos los huesos de mamuts, informaron investigadores del del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, Estado de México, si bien pensaban que sería una decena de ejemplares ya han sido desenterrados al menos 60 de ellos.
El descubrimiento en la Base Militar de Santa Lucía, no frenó los trabajos de construcción del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles, así lo dio a conocer Salvador Pulido, director de Salvamento del INAH en su momento.
Incluso uno de los esqueletos de mamut fue hallado en el lugar donde estará la Torre de Control del Aeropuerto y otro más fue descubierto en lo que serán las pistas.
“La Torre de Control tiene una cimentación de hasta cuatro metros y justo en el perímetro es que se encontró uno de estos vestigios. Entonces se le solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ‘aguántenos, ya no hagan más excavaciones’. Entramos a hacer las excavaciones con técnicas, con métodos arqueológicos, que son mucho más delicados”, explicó en esa fecha Pulido Méndez.
Al inicio de las labores del instituto, el 9 de abril de 2019, por la zona, ubicada en lo que fue el lago de Xaltocan, se tenía la certeza de hallar fauna pleistocénica que data de 35,000 años antes de Cristo y hasta la época mexica; sin embargo, no imaginaron la cantidad de mamuts que iban a encontrar.
En aquel entonces se puso a cargo del proyecto a tres arqueólogos, cada uno con doce asistentes; actualmente están trabajando 31 arqueólogos, cada uno con su equipo, además de tres restauradores.
“El principal reto ha sido que precisamente la riqueza de fauna y de vestigios ha sido mayor a la que teníamos considerada. Llevamos arriba de seis decenas de mamuts, casi todos son de la variedad columbi, mamut colombiano, y otro tipo de fauna asociada al pleistoceno, como bisonte, algo de camello, un poco de caballo”, reveló al portal La Razón el coordinador nacional de Antropología del INAH, Pedro Francisco Sánchez Nava.
Sánchez Nava reconoció que las labores arqueológicas también han hecho más lentos los trabajos para edificar la nueva terminal aérea, aunque descartó que ello impida concluirlo en tiempo y forma.
“Decir que no hemos incidido en la realización de la obra es mentir; nuestro trabajo es mucho más lento y muy minucioso, pero estamos trabajando de manera coordinada con los responsables de la obra. Claro que para ellos siempre significa si no un retroceso, un espacio en el que no pueden trabajar a un ritmo avanzado; aún así estamos en condiciones de continuar a nuestro ritmo sin incidir demasiado en los tiempos de la obra”, indicó.
La encomienda del INAH, resaltó, fue realizar los estudios de factibilidad en la zona para dar luz verde a la obra.
“Si hubiésemos encontrado un vestigio arqueológico que fuese inamovible, como una pirámide, o que no fuera susceptible de exploración y salvamento arqueológico pues hubiera tenido que ser también del conocimiento de los proyectistas para poder hacer los cambios pertinentes en la obra, pero en este caso, todos los vestigios hallados han sido susceptibles de exploración y de salvamento arqueológico”, destacó.
Además de la fauna, “también hemos recuperado 15 osamentas humanas, o sea, entierros prehispánicos, vasijas, obsidiana, y un cánido, un perrito prehispánico que también estaba enterrado a manera de ofrenda”.
Sostuvo que el proyecto para integrar todos los vestigios a una galería, que sería abierta en la instalación aeroportuaria, sigue en pie.
“Un museo que cuente cómo fue el desarrollo de todo ese espacio hasta la época más reciente, reconstruir toda la historia regional, para que los visitantes tengan la oportunidad de conocer cómo fue ese lugar durante más de 35,000 años”, concluyó.
MÁS SOBRE ESTE TEMA:
El Mamut de Ecatepec, de más de 10 mil años de antigüedad, llegó al puerto de Mazatlán
Hallaron un colmillo de mamut de 3 metros en México