Israel Vallarta Cisneros fue dado de alta y reingresado al penal de Puente Grande por presentar mejoría en su estado de salud tras ser hospitalizado por COVID-19. Esto, a pesar de que su esposa había denunciado, horas antes, que esa prisión era un foco de infección de coronavirus.
El reingreso de Vallarta Cisneros fue alrededor de las 15:40 horas enmedio de un dispositivo de seguridad y se encuentra aislado con un tanque de oxígeno que deberá usar durante 4 días más, según informó para Infoabe México Mary Sainz, esposa del recluso. Sainz también refirió que el interno se encuentra evolucionando bien, pero necesita cuidados especiales.
“Las autoridades sanitarias del estado de Jalisco determinaron dar de alta hospitalaria a la Persona Privada de Libertad, identificada como Israel “N”, luego de presentar una mejoría importante en su salud tras ser diagnosticado con COVID-19, por lo que no requirió más el servicio de internación”, comunicó la SSPC.
La autoridad informó que Vallarta Cisneros fue dirigido a un área aislada donde continuará su recuperación según el protocolo de atención correspondiente. Pero, apenas unas horas antes, Mary Sainz, esposa del recluso, denunció que no había condiciones sanitarias para que su pareja volviera a la prisión, pues ésta era un foco de infección de la pandemia.
Contactada por Infobae México, Mary Sainz reprobó el reingreso de su esposo, un acto que calificó de imprudente. También informó que Israel Vallarta Cisneros habría llegado al penal alrededor de las 15:40 horas enmedio de un operativo de seguiridad “exagerado”.
Ella estaba presente en un diálogo con autoridades del CEFERESO No. 2 cuando observó el arribo de patrullas y elementos de la Guardia Nacional y, finalmente, una ambulancia donde fue trasladado Vallarta Cisneros. Media hora después, el recluso le llamó al celular y comunicó su llegada a prisión.
Cabe decir que Sainz se encontraba afueras del penal pues había convocado desde las 14:00 horas a medios para exigir que su esposo no fuera regresado al centro de internamiento, un lugar que denunció, presentaba varios casos de contagio de la pandemia.
“Me dijo que estaba bien, pero yo lo escuché mal. Llegó con oxígeno”, mencionó Sainz, quien indicó que pudo hablar con Vallarta Cisneros alrededor de 20 minutos, comunicación solicitada por el mismo recluso. En la llamada, Israel Vallarta externó su solicitud a la Secretaría de Gobernación para que su última audiencia sea a través de videoconferencia. También pidió que se lograra la comparecencia del perito de la otrora Procuraduría General de la República involucrado en su caso.
Israel Vallarta Cisneros fue detenido en 2005 y tras 14 años, no le ha sido comprobado el delito de secuestro del que fue acusado por las autoridades encabezadas por Genaro García Luna, secretario de seguridad durante el sexenio de Felipe Calderon (2006-2012), y quien actualmente está detenido en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico.
En una supuesta captura transmitida en vivo por televisión, Vallarta Cisneros fue identificado como plagiario junto con Florence Cassez, una mujer de nacionalidad francesa quien fue liberada en 2013 tras un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que mostraba irregularidades en el proceso judicial y violación a sus derechos humanos.
Israel Vallarta Cisneros fue trasladado de manera urgente el 13 de mayo “al Hospital General de Occidente Zoquipan, en Zapopan, Jalisco, por diagnóstico de infección en vías respiratorias, cuadro compatible con Covid-19”, según informó el 15 de mayo el Juzgado Segundo de Amparo Penal del Tercer Circuito. Luego de que familiares de Vallarta acudieran a esa instancia.
Alrededor de las 14:00 horas de este martes, Mary Sainz había denunciado un contagio al interior de Puente Grande y se había opuesto al retorno de su esposo.
“Yo misma sé que ahí (en la prisión) hay varios infectados, y no es uno, prácticamente, al parecer, es todo el penal. Yo no quiero que regresen a Israel (...) (pero) resulta que me entero que ya están planeando darlo de alta”, refirió en ese momento.
Sainz acusó de que había un caso positivo de COVID-19 en el CEFERESO No. 2 que no había recibido atención hospitalaria. Se trataría de “Luis”, quien auxilió a Vallarta Cisneros cuando éste se comunicó con Sainz antes de ser trasladado al hospital el 13 de mayo. Mary Sainz obtuvo este reporte por la esposa de “Luis”.
Actualmente, hay dos casos de muerte asociados a coronavirus que fueron internos en esta prisión. Son: Moisés Escamilla ‘El Gordo May’, ex líder del Cártel de los Zetas en Yucatán y Quintana Roo, acusado de decapitar a 12 personas. Este recluso falleció el 8 de mayo a causa de COVID-19. El diario Milenio reportó que este recluso se habría infectado intencionalmente para acceder al confinamiento domiciliario, permitido por una Ley de Amnistía que entró en vigor el 21 de abril.
Junto con el miembro del cartel de los Zetas, en la prisión de Puente Grande también habría muerto por coronavirus Enrique Alejandro Pizano Jiménez, ex jefe de escoltas de un grupo delictivo que opera en Jalisco, según reportó el mismo diario.
El pasado viernes 15 de mayo, familiares de reos protestaron por cuatro horas frente al CEFERESO No. 2 de occidente. Los inconformes solicitaron información de la situación sanitaria de los reclusos, pues llevan dos meses sin acceder al penal debido a la emergencia sanitaria.
Mary Sainz urgió a que las autoridades acudieran a evaluar el estado sanitario del penal de Puente Grande, pues acusó que los funcionarios de la prisión estarían ocultando los contagios de la pandemia en el lugar.
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