La iniciativa privada y la administración del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se encuentran en una lucha energética, pues el pasado 29 de abril el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) suspendió las pruebas operativas de centrales energéticas renovables que estaban planeadas para el transcurso de este año.
Se trata 17 de ellas, de las que siete son parque eólicos y 10 son de generación fotovoltica que, de acuerdo con autoridades energéticas de México, “afectan la calidad de frecuencia” del producto.
El Acuerdo para Garantizar la Eficiencia, Calidad, Confiabilidad, Continuidad y Seguridad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tiene como objetivo impedir la creación de centrales eólicas y fotovolticas, bajo el argumento de que esto mitigará los riesgos de fallas al suministros energético que surjan por la emergencia del coronavirus.
Supuestamente, este acuerdo garantizará la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del sistema nacional.
“Por disposiciones de la Secretaría de Energía (Sener), (la Cenace) adoptó acciones para fortalecer la confiabilidad del sistema eléctrico”, expresó el director de operación y planeación del Centro, Gustavo Villa, quien también dijo que la cantidad de megawatts con los que se contaba en esas centrales era de 2 mil 326, en conjunto.
Informó que la disposición está relacionada con la intermitencia, inercia e indisponibilidad de centrales eléctricas fotovolticas y éolicas para atender los riesgos que podrían presentarse por las perturbaciones en el sistema, dado que se encuentran en la etapa de pruebas pre operativas.
En el acuerdo estableció como necesidad el dar confiabilidad al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) considerando como fallas en el sistemas las pruebas pre operativas de las nuevas centrales renovables.
De los 17 lugares que fueron suspendidos, nueve habían sido subastados por la Cenace en un evento cuya prioridad era dar preferencia de venta a la Comisión Federal de Electricidad, mientras que el resto fueron acordados en contratos particulares que ahora presentan incumplimientos en la entrada de operación.
Aunque Villa señaló diversas ventajas de los centros de energía renovable entre las que enumeró impactos positivos en la confiabilidad del sistema eléctrico y la generación limpia de electricidad. Sin embargo, recalcó como desventajas que “afectan la calidad de frecuencia, que requieren fuentes de respaldo para que esa variabilidad sea compensada, es decir, otras fuentes de generación para cubrir cuando no hay sol o viento”.
El freno de los 44 proyectos a los que afectará esta política representa un impacto de 6 mil 426 millones de dólares en inversión privada, de acuerdo con el periódico Reforma. De los afectados 26 son plantas solares con una capacidad de 3 mil 31 megawatts y 18 son parque eólicos, que representaban el 50% de las centrales que planeaban entrar en vigor durante 2020.
Por otro lado, esto afecta un total de 29 mil 517 empleos directos generados por el desarrollo de las centrales, de acuerdo con un comunicado emitido por las asociaciones Mexicana de Energía Solar (Asolmex) y Mexicana de Energía Eólica (Amdee).
Además, fue dado a conocer que estas acciones impactan el desarrollo energético de al menos 18 estados en México, entre los que se encuentran Sonora y Coahuila que teníian el mayor número de parques fotovoltaicos. El primero cuenta con cuatro, además de otros tres eólicos, y el segundo, tiene tres.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la organismo de representación empresarial CONCAMIN dijeron en un comunicado que esto “obligará a los consumidores industriales y comerciales que tienen contratos con generadores de energías limpias, a adquirir electricidad de mayor costo con la CFE”, pero a pesar de la oposición, el propio presidente ha negado que estas determinaciones vayan a ser cambiadas.
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