En consideración a que la pandemia de coronavirus en México afecta a todas las clases sociales y sectores del país, pero, sobre todo, a los más desprotegidos, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas creó la “Guía para la Atención de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas ante la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19)”, en el cual se estipulan los lineamientos y requisitos mínimos para que las personas que pertenecen a estos grupos puedan ser atendidas sin violentar sus derechos.
De acuerdo con el decreto publicado en la edición matutina del Diario Oficial de la Federación (DOF), los pueblos indígenas y afromexicanos se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad para presentar complicaciones de COVID-19.
Junto con la declaración de las autoridades sanitarias de una epidemia que carecerá de homogeneidad, se hizo necesario establecer “medidas que, con pertinencia cultural, social y económica, atiendan la epidemia en dichos pueblos y comunidades, a fin de mitigar las condiciones de rezago histórico en atención a la salud, las dificultades para acceder a la información y las consecuencias sanitarias y económicas que sufrirán a raíz de ésta”.
Guía para la Atención de Pueblos Indígenas y Afromexicanos
1. Toda la información acerca de la pandemia deberá ser traducida y difundida con pertinencia cultural y lingüística, respetando las formas de organización y especificidades de los distintos grupos.
2. Implementar disposiciones y medidas como la Jornada Nacional de Sana Distancia para sumar a estos grupos al “Quédate en Casa”, pero también implementar un “Quédate en tu comunidad”.
3. Para las actividades educativas rurales, se procurara el uso de material auditivo u otros para los sistemas de radiodifusión pública y comunitaria que permitan continuar con las clases, tomando en cuenta que en muchas zonas se carece de internet.
4. Actividades lúdicas y de entretenimiento tendrán que ser particularmente dirigidas a niños, niñas y adolescentes, además de tener pertinencia cultural dentro de la comunidad.
5. Se reconocerá y propiciará la coordinación entre profesionales de la medicina alópata y la medicina tradicional, ésta última entendida como un sistema de conceptos, creencias, prácticas y recursos materiales y simbólicos que ayudan a mitigar los síntomas y malestares generados por la infección por el virus SARS-CoV-2
6. Se brindará atención especifica para jornaleros agrícolas indígenas para propiciar las condiciones de higiene necesarias, así como garantizar la atención a mujeres y niñas indígenas y afromexicanas.
7. Se notificará de que pueblo y/o comunidad indígena proviene las personas que sean casos sospechosos, confirmados y los que mueran por COVID-19.
8. En casos sospechosos, las autoridades locales coadyuvarán con las autoridades sanitarias competentes para atenderlos, contarán con un intérprete en la lengua indígena que corresponda, para entender y hacerse entender durante su atención médica en Hospitales COVID, tanto al enfermo como a sus familiares se les explicará detalladamente las implicaciones de la enfermedad y las medidas que debe adoptar para evitar su propagación.
9. Si una persona muere, además de seguir los lineamientos para los cadáveres con coronavirus, se respetará la espiritualidad de la cultura de la persona fallecida, armonizada con las medidas sanitarias.
10. Se promoverán medidas para prevenir la discriminación y evitar la estigmatización al fallecido, su familia, amigos o contactos.
11. Las autoridades deberán atender el acceso a alimentos, así como la comercialización de productos básicos en zonas indígenas.
12. Se aplicarán medidas de recuperación económica y social desde una perspectiva de sustentabilidad, incluyendo “programas de transferencias monetarias para proyectos comunitarios de autosuficiencia alimentaria, de producción primaria y de transformación para la generación de cadenas de valor, considerando actividades agrícolas, pecuarias, forestales, pesqueras, acuícolas, agroindustriales, artesanales y turísticas, en acuerdo con la voluntad de los pueblos y la vocación productiva de sus territorios”.
13. La población indígena migrante será prioridad, por lo que se deberán primarse los traslados seguros de las personas que trabajan fuera de sus lugares de origen y de sus familias, previendo también apoyos económicos y medidas específicas para los grupos de jornaleros agrícolas, personas trabajadoras del hogar y trabajadores de la construcción.
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