IMSS detectó sobrecosto y atrasos en la reconstrucción de hospital reconvertido para COVID-19

La emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus ha dejado al descubierto la corrupción y las deficiencias en torno al sistema de salud en México. Una muestra más de ello es que según una auditoría del órgano interno de control del IMSS, la reconstrucción del Hospital General 32, en Ciudad de México, se hizo con un sobrecosto de 141 millones de pesos que no se justificaron ni se autorizaron.

La institución médica se ubica en Villa Coapa, al sur de la capital, se dañó por el sismo de 2017, y según la auditoría consultada por Mexicanos Contra la Corrupción, se encontraron irregularidades relacionadas con el pago de obras que nunca se realizaron, otras que se duplicaron o atrasos e inconsistencias en los contratos.

El documento donde se asentó la obra pública reveló que el gasto autorizado para el proceso de reconstrucción era de 160 millones de pesos, no obstante, se terminó pagando 304 millones de pesos.

Quien se encargó de solicitar los 144 millones de pesos extra a la Coordinación de Infraestructura Inmobiliaria fue el responsable de la jefatura de Servicios Administrativos de la Delegación Sur de la Ciudad de México del IMSS, puesto que en aquel entonces era ocupado por David Amajur Luna Méndez.

Cabe mencionar que la petición de los recursos extraordinarios se realizó cuando los trabajos de reconstrucción ya se encontraban en proceso de ejecución y no antes, tal y como lo marca la ley.

La auditoría realizada en diciembre de 2019 también describe otras irregularidades, entre las que destacan que el jefe de departamento de construcción y planeación inmobiliaria del IMSS no acreditó haber obtenido la aprobación de las autoridades superiores para la ejecución de obras.

Además de los gastos improcedentes y duplicados en el hospital Mario Madrazo Navarro, también se ejecutaron obras por más de 54 millones de pesos más IVA que no se necesitaban para la reconstrucción. Algunas de las afectaciones que tuvo fueron daños en acabados, plafones y muros sin daño estructural, de acuerdo con el director responsable de obra.

Las empresas que ganaron la licitación para la reconstrucción en junio de 2018 fueron Corpomara Constructores S.A. de C.V. y Desarrollo de Tecnología y Servicios Integrales S.A. de C.V.

De los 144 millones 994 mil pesos que se elevaron en los costos para la reconstrucción del hospital, el órgano interno de control únicamente logró identificar 3 millones 442 mil pesos como justificados para su contratación. El aumento en el gasto se debió a 1,154 conceptos extraordinarios, identificados supuestamente entre el 11 de octubre de 2018 y el 25 de septiembre de 2019.

407 conceptos, por más de 67 millones 700 mil pesos fueron cancelados o considerados improcedentes, “ya que por sus características son parte del alcance del contrato adjudicado, y su pago generaría duplicidad”, se puede leer en la auditoría firmada por el titular del órgano interno de control, Esteban Villa Contreras.

Sin embargo, el documento señala que una deficiente planeación, así como las imprecisiones en los trabajos a contratar por parte de la autoridad derivaron en la ejecución de los recursos de manera irregular.

Mexicanos Contra la Corrupción solicitó una respuesta al IMSS sobre el caso y el instituto respondió que de los 141 millones de pesos solicitados por las empresas, el órgano de control continúa conciliando montos y conceptos con la empresa, por lo que no ha notificada de alguna sanción hasta que termine ese proceso.

El hospital en cuestión fue reconvertido para atender a pacientes confirmados de COVID-19; no obstante, las obras de reconstrucción aún no habían terminado. Al respecto, Zoé Robledo, titular del instituto, mencionó que incluso antes de la emergencia sanitaria, la institución médica ya operaba de manera parcial.

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