José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias “El Chino Ántrax”, asesinado este fin de semana en Culiacán, Sinaloa junto a su hermana Ada Jimena y cuñado tras haber escapado de la prisión; fue un sicario del Cártel de Sinaloa que escaló rápidamente en la organización criminal tras ganarse la confianza de Ismael “El Mayo” Zambada y de su hijo Vicente Zambada “Vicentillo” dada su eficacia como matón, e incluso, como operador en el trasiego de drogas hacia los Estados Unidos.
Sin embargo, en diciembre de 2013 fue detenido en Holanda y extraditado a la Unión Americana y ahí comenzó su desgracia.
Cooperó con las autoridades estadounidenses para reducir su condena y purgar cinco años en libertad condicional. A cambio otorgó información del Cártel encabezado por “El Mayo”. Pero luego de permanecer en prisión domiciliaria en San Diego, California, escapó. Sin embargo, cometió el grave error de regresar a Culiacán, en donde tenía cuentas pendientes con “El Mayo”. Lo pagó con la vida.
Su historia en el Cártel más poderoso del mundo
Rodrigo Aréchiga Gamboa nació el 15 de junio de 1983 en Culiacán, Sinaloa. Antes de su incursión al mundo del narco, lideraba pandillas en la capital sinaloense y tenía un puesto de tacos. A inicios de la década del 2000 fue reclutado por el Cártel de Sinaloa como sicario con la finalidad de que fuera guardaespaldas, primero de Ismael Zambada Imperial y luego de Vicente Zambada Niebla, dos de los hijos del líder del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada.
Algunas versiones señalan que su apodo nació de un dicho del mismo criminal, quien al describirse para el Cártel, dijo de sí mismo que era como el virus del ántrax: “una vez que entras en contacto con la bacteria, ya estás prácticamente muerto”. Fue así que habrían nacido Los Ántrax, uno de los brazos armados del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con el libro “El Traidor. El diario secreto del hijo del Mayo” de la periodista Anabel Hernández , José Rodrigo Aréchiga Gamboa creció junto a uno de los hijos del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada Imperial, alias “Mayito Gordo” y quien recientemente fue extraditado a los Estados Unidos acusado de varios cargos por narcotráfico.
Según lo relatado por “Vicentillo” y que quedó plasmado en el libro de la periodista mexicana, aproximadamente en 2004 y con 24 años de edad, “El chino” comenzó a trabajar para el Cártel de Sinaloa en un nivel muy bajo “generalmente se limitaba a manejar para Gordo y llevar recados”.
“Chino continuó en ese rol hasta aproximadamente 2008, cuando comenzó a tener más responsabilidades después de que inició la guerra con los Beltrán (Leyva), Zetas y Carrillo (Fuentes). Chino comenzó a actuar como guardaespaldas de Gordo. Se le dieron armas y se le autorizó traer a más personal para ayudar a proteger a Gordo”, relató Vicente Zambada.
“Después de un tiempo de proteger a Gordo, Chino comenzó a escoltarme a mí (Vicentillo). Yo le di a Chino un Jeep a prueba de balas para que pudiera hacer la vigilancia y autoricé a Chino a contratar a cerca de 20 personas que trabajan con él. Chino y toda su gente era pagada por mi padre”, destacó el hijo predilecto de “El Mayo”.
Después, dijo Vicentillo, “Chino se involucró más en el Cártel de Sinaloa protegiéndome a mí y a Gordo. Chino me dijo que desde 2007 también estaba trabajando en el transporte de drogas de Culiacán a la frontera y traía de regreso dinero a Culiacán. Intentó usar este mismo sistema para mover la droga y el dinero de otras personas y cobrarles por el servicio”.
El sistema del Chino consistía sólo en llevar la droga a la frontera, donde era pasada a Estados Unidos por otros. “Chino me dijo que generalmente entregaba las drogas a los mismos clientes que le habían pagado el transporte a la frontera. Sus clientes eran responsables de cruzar la droga a Estados Unidos por ellos mismos. Chino me informó que usaba dos trailers refrigerantes para transportar la droga”.
Se trataba de vehículos de la empresa Bachoco.
En tráileres de pollo y huevo
De acuerdo con el relato de “El Vicentillo”, “Chino” tenía una fuente dentro de la compañía Bachoco, empresa que se dedica al transporte de pollo, huevo y otros productos alimenticios en México.
El hijo del “Mayo” le dijo a la periodista mexicana que “Chino” corrompió a una persona dentro de la compañía que le proporcionaba toda la documentación necesaria para disfrazar las cargas de droga entre el pollo congelado, con la finalidad de moverla de Culiacán a la frontera. “Chino” aseguró que en cada tráiler podía transportar dos toneladas de marihuana.
“Fue mi guardaespaldas cuando fui a uno de los ranchos de los Cabrera Sarabia en 2009. Durante esa visita llevé a Chino con mi padre para que le explicara este método de transporte de marihuana (...) En aquel tiempo, mi padre (Mayo ) y Chapo compraron una gran cosecha de marihuana que intentaron cruzar a Estados Unidos, una parte por un nuevo punto de cruce que Gonzalo arregló en Sonoyta. Como era una cantidad muy grande, mi padre necesitaba diversos diversos medios de transporte para llevarla a la frontera”.
“(...) Chino le platicó a mi padre que trabajaba con la compañía de pollos (Bachoco) y que él podía enviar cuatro trailers que podían contener cada uno dos toneladas de marihuana. Chino le explicó a mi padre que ya había hecho numerosos viajes y que todos habían sido exitosos. Explicó que la marihuana debía ser llevada a las oficinas de la compañía y así podía ser escondida dentro de las cajas refrigerantes” (sic).
Explicó que como los tráileres iban a transportar pollo de manera legal, no podía establecer el itinerario de los vehículos. “El Mayo” aceptó usar el método de Chino para transportar la marihuana.
“Después del encuentro entre Chino y mi padre, tuve conocimiento de que al menos tres toneladas de marihuana fueron enviados a la frontera usando el método de Chino. Específicamente transportó de este modo al menos seis toneladas de marihuana que pertenecían a los Cabrera Sarabia (...) Poco después, la marihuana fue transportada en la aviones del rancho de los Cabrera Sarabia y entregada a la gente de Chino. Estoy enterado por las pláticas con mi padre y Chino que toda la marihuana fue exitosamente entregada en la frontera”, dijo “Vicentillo”.
Además de usar los tráileres para mover la marihuana, también eran utilizados para transportar el dinero de la frontera a Culiacán. “Como la entrega de seis toneladas fue exitosa, mi padre quería arreglar un segundo envío de seis toneladas. Yo fui detenido antes de que el envío fuera completado”, dijo.
Aunque Chino comenzó su operación de transporte de droga, él continuaba el rol como guardaespaldas y pistolero del cártel. “Antes de mi arresto en 2009, Chino tenía líneas de comunicación directa con M1 y otros. Chino y su gente estaban disponibles para pelear contra los rivales del cártel cuando fuera necesario”, relato el hijo mayor del Mayo.
De acuerdo con Anabel Hernández, la captura de “Chino Ántrax” ocurrida en el aeropuerto de Ámsterdam, Holanda, no fue por las imágenes que publicó en Instagram, sino fue por la colaboración de Vicente Zambada Niebla con las autoridades de Estados Unidos para que le disminuyeran su condena.
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