El municipio de Caborca, Sonora, ha sido durante años un pueblo sin ley, donde grupos del crimen organizado se enfrentan a diario. Se trata de una lucha encarnizada por el control del narcotráfico en Estados Unidos. En cada refriega participan decenas de sicarios armados con fusiles de asalto. Las autoridades, rebasadas o coludidas, no han podido detener la violencia.
A principios de esta semana, se reportó un ataque armado contra elementos de la Policía Estatal de Seguridad Pública. Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:30 horas del domingo 17 de mayo, cuando los agentes realizaban patrullajes de vigilancia, por aire y tierra, en el reforzamiento de seguridad de Caborca, pues se había reportado un enfrentamiento armado en la zona del Cerro Blanco.
Debido a la región de difícil acceso, se utilizó un helicóptero y se inició un sobrevuelo por el área, identificando varios vehículos que huyeron del lugar. De inmediato, los efectivos comenzaron una persecución. Al sentirse rodeados, los presuntos sicarios dispararon contra el aeronave, que tuvo que realizar maniobras tácticas para repeler la agresión.
Al sitiar la región, los agentes lograron la detención de uno de los supuestos delincuentes que viajaba en un vehículo blindado. A partir de ahí, los enfrentamientos suceden con bajas para todos los grupos.
El pasado lunes, una hielera con restos humanos fue abandonada en el Ejido 15 de Septiembre. El contenedor se encontraba acompañado de un mensaje con amenazas de parte de gente de Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”.
“A la gente de la Costa les estamos informando, somos la gente de Caro Quintero. Esta plaza no pertenecía y ahora todos aquellos productores, comerciantes, mineros de la región, tendrán que pagar la plaza, aquí estamos para limpiar. Soo la Barredora 24/7, el R Rodrigo Paez y Cara de Coch, y todos juntos somos el Cártel de Caborca”, [sic] se lee en la manta.
Desde hace años, Caborca ha sido identificado como el centro de operaciones de Caro Quintero. En esa localidad, el fundador del Cártel de Sinaloa controla la siempre, el cultivo y cosecha de marihuana.
Su dominio en la zona ha sido absoluto. Según atestiguan pobladores, cuando el grupo del Narco de Narcos llega, nadie se cruza en su camino.
Las pistas de la actividad del narcotraficante en Caborca, han sido evidentes. Por ejemplo, en Sonora, la venta de automóviles lujosos ha sido acaparada por Caborca, tierra de ganaderos, quienes no podían ser los adquirientes. Además se incrementó sustancialmente la compra-venta de ranchos, que se llegaron a vender al doble de su costo, y tampoco los compradores eran ganaderos.
Los medios de comunicación describen al municipio sonorense como una atmósfera de zozobra, donde la gente teme mencionar el nombre de Rafael Caro Quintero.
Caro Quintero sentó un imperio basado en el tráfico de drogas junto con Ernesto Fonseca, “Don Neto".
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