La historia trágica del callejón del aguacate

A partir de una aparición, las personas empezaron a buscar a un misterioso personaje para pedirle favores

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Una de las leyendas más
Una de las leyendas más famosas se remonta a los años treinta (Foto: especial)

Dentro de la amplia Ciudad de México deben existir miles de leyendas que alimentan las conservaciones durante los paseos que se realizan. Coyoacán, una de las alcaldías más famosas y emblemáticas de capital, también resguarda en su historia mitos y leyendas.

El callejón del aguacate se encuentra muy cerca del centro de Coyoacán, en la colonia Santa Catarina, es una de las tantas estrechas calles que están en la zona, sin embargo, ésta por mucho tiempo ha reproducido algunas leyendas de miedo.

Una de ellas, es que en la pequeña colonia en los tiempos del general Lázaro Cárdenas (1934-1940) se dice que vivía un militar solitario y con fama de tener un carácter rígido y reservado. Éste debido al estrés postraumático de las batallas salía todos los días a hacer largas caminatas para calmar la ansiedad y el padecimiento.

Uno de sus vecinos era un niño que todos los días salía a jugar, y fascinado por las medallas de la chaqueta del militar le insistía diariamente a que jugaran juntos, sin embargo, el señor siempre le negaba el deseo o simplemente lo ignoraba a pesar de la insistencia.

Letrero del inicio del callejón
Letrero del inicio del callejón en Coyoacán (Foto: especial)

Un día, la repetición de ésta acción hartó al militar y en un ataque de ira, golpeó al niño hasta matarlo y lo colgó en el árbol que se encontraba en la calle. El único testigo de la tragedia fue un misterioso monje que observó toda la acción desde una ventana.

El militar tras ver lo que acaba de hacer, se arrepintió inmediatamente y con el fin de sanar sus heridas mandó a poner en esquina del callejón un altar con una virgen, para que cada persona que pasara se persignara.

La leyenda cuenta que en las noches todavía se escucha el llanto del niño o que la virgen del altar también llora sangre, también hay quienes afirman haber sentido la presencia del infante y ver su rostro en la corteza del árbol.

Otra de las leyendas que se cuentan sobre el callejón del aguacate es que ahí, una niña de siete años que jugaba en la calle fue atropellada, y cuando el conductor se dio cuento del accidente se dio a la fuga.

Mientras la niña estaba agonizando por el accidente se le apareció una figura extraña que se ofreció a salvar su vida a cambio de entregarle su alma, la infante en su agonía aceptó el pacto, sin embargo, esta figura extraña la engañó y en vez de salvarle la vida la puso en una dimensión paralela de la cual no puede salir, por lo que, se le escucha gritando.

La criatura era el diablo mismo, quien tomó el alma hacia un lugar donde la niña no ha podido salir, y se dice que la menor presuntamente deambula en las madrugadas por el callejón. Esto provocó que años más tarde cientos de personas fueran a buscar favores del diablo en altas horas de la noche al callejón.

El juego de la ouija
El juego de la ouija invocó al espíritu que les dijo sobre la traición (Foto: especial)

Algunas otras personas cuentan que durante el periodo del cardenismo, en una de las casas se reunían altos mandos del gobierno que acostumbraban realizar sesiones espiritistas usando la ouija.

Una noche el espíritu se presentó a la sesión y les dijo a los asistentes que eventualmente se iban a traicionar unos a otros. Al terminar la sesión y con la incertidumbre de las personas que escucharon al espíritu y más por sus puestos en gubernamentales, el dueño de la casa entró en pánico al pensar en que sería traicionado y mató a todos y los enterró en el jardín.

Desde ahí, se cuenta que en la casa se escuchan cadenas que se arrastran además de gritos y que se puede ver a los espíritus de los muertos en las ventanas.

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