México se encuentra a unos cuantos días de comenzar la reapertura de las actividades sociales, económicas y culturales, a pesar de que el país registró más de 2 mil contagios en solo 24 horas y que los hospitales han comenzado a saturarse por enfermos de COVID-19.
No es algo nuevo, que muchos de los portadores con síntomas de coronavirus han tenido que ir de hospital en hospital buscando atención. Este fue el caso del señor Héctor Hernández, quien pasó una larga noche en las calles de la Ciudad de México buscando atención hospitalaria con su familia, antes de fallecer de coronavirus.
Todo comenzó con una denuncia en redes sociales, cuando sus sobrina, Jessica García, etiquetó a la jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, para denunciar que no querían recibir a su familiar en ningún nosocomio por falta de lugar, médicos u oxígeno.
@SSaludCdMx @Claudiashein desde las 16:00 de ayer estamos buscando hospital para que reciban a familiar con COVID, donde dice @locatel_mx que hay lugar llegas y no y donde si hay no lo reciben por falta de médico para revisión, en INER solo le dieron oxígeno para que aguante
Miles de muertes han azotado al país por la pandemia y la demanda hospitalaria ha ido incrementando conforme pasan los días. Jessica, contó la historia de su tío al periódico Reforma.
Héctor Hernández era un contador de 54 años, quien creen se contagió al ir a recoger un mueble a la casa de su hermano Fernando, un médico internista de 46 años que también murió por el coronavirus el pasado 6 de mayo.
Dos semanas antes de morir, su tío doctor fue internado en el Hospital de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en Azcapotzalco; sin embargo, el hombre trabajaba en el Hospital General Tacuba, donde sus familiares piensan que fue contagiado.
Fue el pasado 25 de abril que a Héctor le avisaron que había dado positivo a la prueba de coronavirus y solo tres días después comenzó con complicaciones graves.
De acuerdo con su familia, el hombre tenía dificultad respiratoria, dolor de cabeza, temperatura alta, tos y diarrea. La travesía de su familia comenzó cuando llamaron al teléfono de atención Covid y les dijeron que fueran al Hospital Belisario Domínguez en la alcaldía Iztapalapa.
Al llegar les aseguraron que lo que tenía era neumonía y les dieron un pase a la Unidad Temporal del Centro Citibanamex ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo. En este lugar, la familia fue reprendida por el personal que argumentó que por protocolo las personas solo podían llegar en una ambulancia y se atendían casos específicos, únicamente.
Llevaron al enfermo al Hospital "Enrique Cabrera de la alcaldía Álvaro Obregón, donde les negaron el acceso porque “a esa hora no había ningún médico especialista” y les pidieron que fueran al día siguiente.
Así fue como el hombre llegó al Hospital Pediátrico de la Villa, en la Gustavo A. Madero, donde fue rechazado porque solo atienden a menores y en el nosocomio General de la Villa ya no había disponibilidad.
Alrededor de las 23:40 horas, la familia llamó nuevamente a Locatel donde los enviaron al “Enrique Cabrera”. Usaron también la aplicación gubernamental que detalla la disponibilidad de los hospitales pero “estaba mal porque, por ejemplo, el Hospital de Cardiología aparecía con disponibilidad, pero que ya estaba totalmente saturada”.
A las 3:00 horas del día siguiente, Héctor por fin fue admitido de urgencia en el tercer hospital que había sido visitado.
Más de 12 horas después de que mi familiar estuvo buscando hospital por tener Covid, apenas lo van a atender en el 3er hospital al que había ido pero no había médico en ese momento que lo revisara. ¿Cómo pueden permitir esos peregrinares entre hospitales?
El hombre fue internado el pasado 29 de abril y desde entonces hasta el día de su muerte, su familia se mantuvo en búsqueda del medicamento llamado RoActemra que les pidieron en el hospital.
El 11 de mayo el hombre murió, aunque esperaban el dictamen médico, sus familiares decidieron cremarlo, según los protocolos de para la pandemia.
“Yo creo nadie debería de sufrir esa sensación de impotencia y frustración”, aseguró su sobrina, quien espera el 16 de mayo para saber si su padre, quien acompañó al ahora difunto en su peregrinación, está o no infectado de coronavirus.
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