Estados Unidos es el primer socio comercial de México, China el segundo. Los acercamientos del gobierno de López Obrador y el régimen de Xi Jinping a propósito de la pandemia de coronavirus y la ayuda que ha llegado a Norteamérica proveniente de Asia, podría ser un movimiento en un complejo tablero de ajedrez.
México y China tendieron un puente aéreo para transportar mascarillas, ventiladores, kits para pruebas de detección, entre otros insumos. Este 13 de mayo, México recibió el décimo vuelo cargado con productos médicos y ya comienza la segunda etapa, la cual contempla otros 10 aviones con varias toneladas de material.
Esta semana los cancilleres de los dos países se elogiaron mutuamente por este logro.
El embajador chino Zhu Qingqiao reveló que México y su país son muy amigos, además de reiterar que nunca olvidarán lo que le hicieron por su gente cuando China pasaba por una de sus peores crisis . También hizo un llamado a todos los pueblos para luchar juntos.
“China y México no pararán sus pasos juntos. Esta inesperada pandemia trae una profunda lección, en esta era de globalización somos interdependientes, por lo que deben tener la visión de una comunidad para enfrentar juntos los gestos y desafíos. Las epidemias son el enemigo común de todos los mexicanos”, aseguró.
Marcelo Ebrard, por su parte, agradeció a China, su gobierno y todos los que se han involucrado en la venta, pero también en el transporte de los materiales médicos en tiempo y forma, tal como se había planeado desde un principio.
“México tampoco va a olvidar nunca que cuando necesitamos apoyo, ustedes estuvieron cerca. Eso sí cuenta, las relaciones entre los pueblos”, dijo el canciller mexicano.
La desequilibrada relación comercial México-China
China es la segunda economía más grande del mundo y el segundo socio comercial de México (sólo detrás de EEUU), también es la segunda fuente las importaciones y el tercer destino de las exportaciones mexicanas. El país norteamericano se mantiene como el décimo segundo socio comercial de los asiáticos de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Sin embargo, desde que hay registros oficiales (1993), México siempre ha tenido déficit comercial con China, es decir, le compra más de lo que le vende.
México le adquiere teléfonos celulares, pantallas, computadoras y partes para armarlas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía. Le vende cobre y sus concentrados, aceite crudo de petróleo, cajas de velocidades automáticas, plomo y plata, entre otros.
En total, el comercio entre ambas naciones suma más de 90,000 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Por otra parte, la inversión de China en México asciende a poco más de 1,000 millones de dólares, los cuales a decir de la Secretaría de Economía, no representa ni la mitad de un punto porcentual de toda la inversión extranjera directa que México ha recibido entre 1999 y 2019.
De ahí la importancia de seguir articulando una relación de comercio, de inversión y de producción, en donde los empresarios de China vean a México como una plataforma exportadora.
Desde el 2013 México y mantienen establecida la Asociación Estratégica Integral México-China, cuyo objetivo es reconocer la complementariedad de ambas economías, así como impulsar la visión y alcanzar resultados específicos en los sectores de interés compartido entre los países.
La importancia comercial entre ambos países ha llevado a la integración de la Comisión Binacional Permanente- administrada por la Secretaría de Relaciones Exteriores del Ministerio de Relaciones Exteriores de China-, a la creación del Grupo de Alto Nivel México-China, a cargo del Ministerio de Comercio de China y de la Secretaría de Economía; así como a otro Grupo de Alto Nivel supervisado por la Comisión de Desarrollo y Reforma de China, y el Ministerio de Finanzas y otro Grupo de Alto Nivel pero a nivel Empresarial.
Además de los acuerdos comerciales, México y China tienen otros tratados como el Acuerdo de Cooperación Turística, el de Intercambios Culturales, de Cooperación Técnica y Científica, de Asistencia Administrativa Mutua en Materia Aduanera, en la en la lucha contra el tráfico ilícito y el abuso de estupefacientes y sustancias sicotrópicas y control de precursores químicos; e incluso un acuerdo de Extradición, entre muchos otros.
El Covid-19 y la cooperación bilateral
A raíz de la pandemia del Covid-19, que dicho sea de paso, surgió en la provincia china de Wuhan, las relaciones entre ambos países se ha estrechado aún más.
Tanto, que está logrando algo que parecía imposible: que el presidente Andrés Manuel López Obrador salga del país. Y es que en más de año y medio que lleva su administración, el mandatario mexicano se ha opuesto rotundamente a acudir a cumbres internacionales o a realizar visitas de Estado bajo el argumento de que “la mejor política exterior es la interior”.
El pasado 20 de abril, durante su tradicional conferencia mañanera en Palacio Nacional, López Obrador adelantó que viajará a China en una fecha aún por definir, luego de que el presidente de aquel país, Xi Jinping, lo invitó hace tiempo a encontrarse personalmente.
En este caso, el primer mandatario indicó que como se trata de un viaje largo y "debe cuidarse" y tardará más tiempo en llevarse a cabo, pero acudirá al país asiático con el objetivo de agradecer la venta de insumos médicos.
Pero eso no es todo, en la misma conferencia dijo que también planea viajar a Estados Unidos para agradecer su solidaridad y apoyo a su homólogo, Donald Trump, en los momentos difíciles por el Covid-19 y por el acuerdo de la OPEP ante el desplome en los precios del petróleo.
Agregó que China y Estados Unidos “son casos especiales” y por ello decidió que sí acudirá a ambos países en cuanto las condiciones lo permitan.
“Todavía no es definitivo, falta ver si hay condiciones en Estados Unidos; es decir, si ellos también lo consideran porque ellos tienen sus propias política, sus tiempos; en el caso de nosotros nos importa lo del tratado porque pensamos que eso ayudaría a reactivar la economía de los tres países y en el caso de China es posterior, me hizo la invitación el presidente, quiere que yo vaya pero ahí sería después y tendría que ver cómo me traslado a San Francisco y estar ahí un día o dos” expuso.
Hay que recordar que Estados Unidos y China están enfrascados en una “guerra comercial” en la que los ataques y represalias entre ambos países son una constante. Como su importante socio, México es una pieza clave en el tablero.
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