México se encuentra en la etapa más crítica de la pandemia por coronavirus, la cual ha nivel mundial ha contagiado a más de 4 millones de personas. Sin embargo, la administración de Andrés Manuel López Obrador ya presentó el plan de desconfinamento para la “Nueva Normalidad”, tras la epidemia.
Febrero: El inicio de la pandemia
Desde que se presentó el primer caso el pasado 28 de febrero el presidente comenzó a hacer declaraciones sobre el tema, unas más polémicas que otras, las cuales fueron desde las peticiones de no entrar en pánico hasta las rigurosas recomendaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Las declaraciones más polémicas del presidente se han hecho, generalmente, durante la conferencia matutina diaria que da en Palacio Nacional. Ahí fue donde tras el primer caso de coronavirus en México el ejecutivo aseguró:
Tenemos la capacidad para enfrentar esta situación (...) “No es, según la información que se tiene, algo terrible, fatal. Ni siquiera es equivalente a la influenza
Marzo: invitaciones de salida
Así comenzaron unos largos meses en los que el país ha llegado a superar los 4 mil muertos y los 40 mil contagios de COVID-19. Sin embargo, el 4 de marzo, en el país solo habían sido diagnosticados 5 casos de la enfermedad. Ese día el presidente hizo referencia a una de las primeras medidas anunciadas por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell: dejar de abrazarse y saludarse de beso.
Miren, lo del coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar; hay que abrazarse, no pasa nada
Mientras el presidente continuaba con sus giras en distintos estados del país fue objeto de numerosas críticas al aparecer abrazando y saludando gente. Los contagios incrementaban de manera lenta, pero constante. Desde el 15 al 17 de marzo continuaba diciendo cosas como que si extranjeros quedaban atrapados en Méxco " Aquí los cuidamos, sean del país que sean, es fraternidad universal".
Esto mientras los trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) denunciaban la falta de insumos para atender la pandemia. También dijo que tenía “mucha fe” en sacar a México de la pandemia.
Sin embargo, el 18 de marzo el presidente tomó la decisión de presentar ante los mexicanos, los escudos protectores que tenía para la pandemia: tréboles, amuletos y estampas que lleva en su cartera.
El escudo protector es como el detente, ¿saben lo que es el detente?, ¿verdad? El escudo protector es la honestidad, eso es lo que protege, el
no permitir la corrupción. Miren, este es el detente. Esto me lo da la gente
Apenas 4 días después, el 22 de marzo, el presidente invitó a los mexicanos a seguir saliendo a las calles, a pesar de que México rebasaba en ese entonces los 300 contagios confirmados y ya había un contagio comunitario, Además de dos personas muertas.
Yo les voy a decir cuando no salgan, pero si pueden y tienen posibilidad económica, sigan llevando a la familia comer, a los restaurantes, a las fondas porque eso es fortalecer la economía
Abril: cuando México “domó” la pandemia
El 26 de marzo con 8 personas muertas y 585 contagiadas, sin que el país se hubiera acercado al pico epidémico, López Obrador anunciaba que el 19 de abril los mexicanos saldrían de la emergencia. Pero, causó más revuelo que unas semanas después, el 2 de abril, una vez iniciada la Fase 2 de la pandemia con mil 510 contagios y 50 muertos el ejecutivo declarara:
(...) por eso vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación de México
El 6 de abril, luego de presentar en el patio vacío de Palacio Nacional su “Plan para el Bienestar y el Empleo”, el presidente aseguró que “no era posible que una pandemia afectara tanto en lo económico y lo social". Además de haber asegurado que México era uno de los países con menos coronavirus en el mundo, en ese momento.
Entonces, sucedió. Los contagios comenzaron a acelerarse y la pandemia llegó a su tercera fase. Para el 26 de abril ya habían muerto mil 351 mexicanos por COVID-19 y más de 14 mil se encontraban infectados. En un mensaje dominical al pueblo de México, Obrador aseguró:
Vamos bien, hemos logrado porque se ha podido domar la epidemia
Sin embargo, la comunidad científica y los medios de comunicación comenzaban a cuestionar la precisión de las cifras gubernamentales que a diario se presentan en la conferencia vespertina dirigida por López-Gatell. Entonces, el 29 de abril, en medio del encierro de los mexicanos y con casi dos mil muertos por la enfermedad y 17 mil 77 contagiados, el presidente anunció nuevamente que:
Se redujo el contagio, se volvió horizontal, se aplastó la curva
Mayo: Una curva aplanada que sigue incrementando
Con el incremento de casos vino también el comienzo de la saturación de hospitales, las críticas tanto por las cifras como hacia la negativa gubernamental de hacer pruebas masivas de la enfermedad. El pasado 12 de mayo, cuando se contabilizaron 38 mil 324 y 3826 muertos, el presidente anunció en la conferencia que:
Recibí un informe de Tijuana que teníamos que tomar decisiones con urgencia porque podríamos ser rebasados
Para ese momento de la pandemia, los insumos que el gobierno compró de China habían sido calificados de insuficientes, los enfermos empeoran en cuestión de horas, los hospitales cada vez están más saturados y los laboratorios tienen lista de espera para hacer pruebas de COVID-19.
Hasta el 13 de mayo han sido registrados 4 mil 220 muertos y 40 mil 186 personas contagiadas. A 52 días de que comenzara la Jornada Nacional de Sana Distancia y con una pandemia aún en incremento, el presidente presentó el plan de reapertura económica hacia la “Nueva Normalidad”.
En este se contempla el desconfinamiento progresivo del país, comenzando por los municipios que tengan poco o nada de casos de coronavirus el 18 de mayo y hasta el 1 de junio.
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