Para Asset Management One Co., de Japón, la ola de ventas de deuda de mercados emergentes ya es excesiva y ha llegado el momento de buscar buenas oportunidades.
La gestora de fondos con unos activos de USD 460,000 millones es optimista respecto a la deuda de los países en desarrollo, particularmente la de México, pese a que Moody’s Investors Service, S&P Global Ratings y Fitch Ratings rebajaron recientemente la calificación soberana del país latinoamericano. También está sobreponderada en bonos polacos.
“Somos muy positivos respecto a los mercados emergentes en su conjunto; hay más posibilidades de aumentar las ganancias invirtiendo en bonos de mercados emergentes este año fiscal en un contexto de caída de los rendimientos de las economías desarrolladas”, dijo en una entrevista Yusuke Ito, gestor de fondos de Asset Management, en Tokio.
La postura alcista de Asset Management contrasta con la perspectiva de pesos pesados mundiales como Goldman Sachs Group y JPMorgan Chase & Co., que están recortando la exposición al riesgo en sus carteras de deuda de países en desarrollo ante la posibilidad de un aumento en los incumplimientos soberanos. Ito dice que volverán a comprarse bonos emergentes a medida que los inversores mundiales reevalúan los fundamentos económicos.
“Los países emergentes han sufrido un gran impacto, pese a que los fundamentos económicos siguen siendo bastante buenos”, dijo. En crisis pasadas las economías emergentes elevaron las tasas de interés para proteger sus monedas, pero esta vez tienen margen para bajar las tasas y apoyar sus economías, dijo Ito.
El rendimiento adicional ofrecido por los bonos soberanos de los países en desarrollo frente los bonos del Tesoro de EEUU ha caído a 575 puntos básicos después de haber superado los 700 puntos básicos a finales de marzo, según un índice de JPMorgan.
Los bonos a diez años en México y Polonia rinden 5.97% y 1.47%, respectivamente, frente a menos 0.01% (-0.01%) en Japón.
“Los fundamentos económicos de México tienden a subestimarse”, declaró Ito, y agregó que la economía de la nación es versátil y sus industrias son competitivas.
La economía de México registró su contracción más profunda en más de diez años en el primer trimestre.
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