La emergencia sanitaria por coronavirus incrementó la demanda de servicios funerarios, en particular los de cremación. Ya que una de las disposiciones de la Secretaría de Salud fue la incineración de los cuerpos, en el casos que así aplicara.
En los Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por COVID-19 (SARS-Cov-2) en México se menciona que la incineración de las personas fallecidas se podrá realizar si el cuerpo está identificado y lo familiares lo autorizan.
Cabe señalar que la guía fue actualizada 21 de abril, porque la primera versión sólo contemplaba lo sucedido durante las primeras dos fases de la pandemia.
Durante la primera semana de mayo en promedio se reportaron 45 decesos diarios por Covid-19 en el país. El 68% de las defunciones eran hombres y 31% mujeres.
Hasta el reporte del 10 de mayo, son un total de 3,465 defunciones en el país, 35,022 diagnósticos confirmados (incremento de 4.6% de casos del 9 al 10 de mayo) y 19,979 casos sospechosos. La tasa de letalidad es 9.8 por ciento.
Roberto García Hernández, vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de México (ANDF), expuso para El Universal, que “hay una saturación en los servicios de cremación, pero no es muy grave”.
La mayor cantidad de fallecimiento se concentra en la Ciudad de México, Baja California y Estado de México. Por ahora, reportan que no existe un colapso en los servicios funerarios, la mayor demanda está en el Zona Metropolitana del Valle de México y Tijuana.
En el caso de la Zona Metropolitana reportó que los 40 crematorios están saturados. La alta demanda de los servicios funerarios estiman continúen durante las próximas semanas, particularmente en dicha área del país.
En caso de que se registre un aumento exponencial en el número de defunciones, García Hernández puntualizó que los crematorios en el país no podrían atender una demanda tan alta de fallecidos.
Añadió que un posible colapso sería que “hubiera cadáveres almacenados en cantidades muy grandes en hospitales […] o cuerpos guardados en funerarias”.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de México son entre 5,000 y 8,000 empresas en el país que brindan servicios funerarios y pueden atender la presente emergencia sanitaria.
El tiempo de espera para incinerar un cuerpo es de 24 a 36 horas, en el Valle de México. Una de las alternativas que se está adoptando es el enviar los cuerpos a otros puntos del Estado de México.
Por ejemplo, el crematorio que está ubicado en Palo Alto, Cuajimalpa, que opera las 24 horas y llegan a realizar hasta 40 servicios al día.
Hasta el momento, en las funerarias asociadas a la ANDF no tienen reportes de contagios entre el personal. De forma particular ellos no llevan un conteo de los servicios que han brindado, todo los basan en los cifras que da la Secretaría de Salud.
Aunque las autoridades han indicado que los cuerpos no pueden velarse y se deben evitar la aglomeración de personas. Son disposiciones que la gente se resiste a acatar, contó Roberto García. Porque en la cultura mexicana, “una despedida es en grande y calurosa para recordar a las personas”, añadió.
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