IPN diseñó termómetro infrarrojo de bajo costo para identificar casos de coronavirus en México

El termómetro infrarrojo mide la temperatura de una persona en segundos, a 20 centímetros de distancia y sin tener contacto con ella

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IPN desarrolló un termómetro infrarrojo digital de bajo costo para detectar incrementos en la temperatura corporal.
Foto: Twitter: IPN_MX
IPN desarrolló un termómetro infrarrojo digital de bajo costo para detectar incrementos en la temperatura corporal. Foto: Twitter: IPN_MX

A solicitud del gobierno de la Ciudad de México, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló un termómetro infrarrojo digital de bajo costo para detectar incrementos en la temperatura corporal, puesto que es uno de los primeros síntomas reconocibles del coronavirus.

El IPN diseñó este dispositivo para atender la escasez y contribuir a que las instituciones de salud cuenten con estos instrumentos.

En el comunicado oficial, el Instituto detalla que el termómetro mide la temperatura de una persona en segundos, a 20 centímetros de distancia y sin tener contacto con ella, es decir, un termómetro infrarrojo digital.

Este instrumento se construyó con componentes de bajo costo y funciona con una batería normal de 9 voltios. Con esta tecnología politécnica se pueden fabricar termómetros infrarrojos digitales por decenas en tiempos muy cortos y a un precio reducido por unidad, menos de 600 pesos.

El termómetro infrarrojo mide la temperatura de una persona en segundos, a 20 centímetros de distancia y sin tener contacto con ella.
Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro
El termómetro infrarrojo mide la temperatura de una persona en segundos, a 20 centímetros de distancia y sin tener contacto con ella. Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro

Señaló que estos instrumentos de medición de temperatura se utilizarán también entre la comunidad politécnica al regreso a clases presenciales.

Por su parte y ante las innovaciones de las diferentes instituciones de educación para enfrentar la pandemia del COVID-19, el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, ha reconocido el esfuerzo y las aportaciones científicas, tecnológicas y de innovación de las mismas, ya que sin su apoyo sería más difícil enfrentar la emergencia sanitaria.

En este sentido, el pasado 12 de abril, el IPN también logró el desarrollo de de una prueba serológica para detectar el COVID-19.

Su prueba podría, según las declaraciones de José Luis García Cordero –investigador en bioingeniería– a UnoTv, detectar la enfermedad en personas infectadas que no presentan síntomas, así como pacientes con sintomatología leve. Por otra parte, se abre la posibilidad a detectar pacientes que se hicieron inmunes en el proceso, pues sus anticuerpos podría utilizarse para los tratamientos de pacientes en estado crítico.

La prueba podría detectar la enfermedad en personas infectadas que no presentan síntomas
Foto: REUTERS/Francois Lenoir
La prueba podría detectar la enfermedad en personas infectadas que no presentan síntomas Foto: REUTERS/Francois Lenoir

Para la prueba se requiere un análisis de sangre que detectará la presencia de anticuerpos contra un microorganismo, lo que permite determinar si una persona estuvo expuesta a un microorganismo en particular: COVID-19.

La tecnología del dispositivo se conforma por microcanales, de un diámetro del tamaño de un cabello, por donde se introduce una muestra de suero, obtenida de la sangre del paciente y cuenta con un biosensor para reconocer los anticuerpos.

Luego de tomar la muestra se incuba por 20 minutos, se lava y se aplica una molécula especial para obtener una señal fluorescente que indica si el paciente fue infectado por coronavirus. El resultado podría estar listo en 30 minutos.

Además de desarrollar innovaciones para el sector salud, la comunidad del IPN también ha incursionado en la creación de biofungicidas.

Imagen de archivo de una mujer en los campos de maíz de Yucucani, en la Sierra Madre del Sur, en el estado sureño de Guerrero, México. 18, agosto 2018. REUTERS/Carlos Jasso
Imagen de archivo de una mujer en los campos de maíz de Yucucani, en la Sierra Madre del Sur, en el estado sureño de Guerrero, México. 18, agosto 2018. REUTERS/Carlos Jasso

Las pérdidas de cosechas de maíz, sorgo y algodón que se registran anualmente en México podrían disminuir gracias a esta innovación. Mediante un protocolo de investigación, los científicos del Instituto comprobaron la acción del natural producto elaborado a partir de bacterias y hongos benéficos, el cual combate a los patógenos Fusarium sp, Aspergillus y Macrophomina sp.

El doctor Jesús Gerardo García Olivares, investigador del Centro de Biotecnología Genómica y titular del protocolo señaló que tal es la gravedad del daño que causan estos hongos, que cultivos enteros de maíz blanco, sorgo y algodón se pierden en tierras agrícolas.

Explicó que el principal problema es que Fusarium sp y Aspergillus producen aflatoxinas –toxinas que, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana no son permisibles para el consumo humano–, en tanto que Macrophomina sp genera pudrición carbonosa que ataca al cultivo de sorgo y maíz, lo cual provoca pudriciones que generan dificultad de realizar la cosecha.

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