Los médicos y enfermeras son la primera línea de defensa para la población frente a la pandemia de Covid-19, la cual, según las autoridades sanitarias, se encuentra en su pico más alto de contagios. Son ellos quienes han puesto al límite sus capacidades físicas, así como las mentales, las cuales pueden no ser visibles, pero sí sumamente relevantes.
Y es que los numerosos fallecimientos de pacientes al día o la preocupación de no contagiar a sus propios familiares de la enfermedad que han enfrentado en los hospitales, les podría ocasionar altos niveles de ansiedad, por los cuales deberían recibir atención psicológica.
Un caso de este problema lo dio a conocer Noticieros Televisa, quien entrevistó a Ivette Angulo Mendoza, quien actualmente trabaja analizando pruebas de Covid-19 en un hospital privado: “He tenido momentos de ansiedad bastante altos, al grado de que siento la necesidad de salir corriendo. El hecho de portar el equipo (de protección) durante ocho horas es de verdad algo muy complicado”.
Sin embargo, la zozobra se mantiene con ella incluso después de salir de la institución médica. No ha querido contagiar a sus familiares y por ello tuvo que mudarse lejos de su hija y de su madre, lo cual también la ha impactado de manera relevante su estado de ánimo, pues no ha podido estar en contacto físico con sus seres amados. “Empecé a tener episodios de ansiedad, de insomnio”, narró.
Respecto a esto, el doctor Marcelo Cetkovich, director del Departamento de Psiquiatría de la Fundación INECO, en Buenos Aires, explicó a Infobae que es necesario prestar atención al bienestar del personal su salud y “ayudarlos a reconocer que sabemos que están al límite de sus capacidades”, esto con el objetivo de que puedan sostener la exigencia necesaria
En el panorama al que se enfrentan actualmente, dijo, es fundamental que puedan contar con el tiempo y el lugar de descanso adecuado. Además recomendó "fortalecer los vínculos y los espacios de discusión entre el personal, así como el reconocimiento de que el malestar y la sensación de desborde son algo que se puede esperar”, detalló.
Un elemento que también es relevante en el impacto de la salud mental y física de los profesionales de la salud es la estigmatización y ataque de los cuales pueden ser víctimas en las calles o cerca de sus hogares. Esto, además de heridas físicas, puede dejar profundos traumas.
En México, diversas instituciones han puesto al alcance vías de comunicación para que las enfermeras y médicos que están trabajando para mantener la salud de la población reciban atención psicológica. La Secretaría de Educación Pública (SEP) es un caso, a la cual se puede recurrir a través del número 55 3601 7599 y el 800 288 66 88.
La Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) también otorga atención a distancia a través del número de WhatsApp 8180 8819 44 o en el correo electrónico urgenciaspsicologicas.fapsi@gmail.com, así como en la página de Facebook Uni Contigo Fapsi.
Otras instituciones educativas que dan este tipo de ayuda son la Clínica de la Universidad Anáhuac de México, a la que se puede recurrir a través del correo clinicapsicologia.uams@anahuac.mx. La Universidad Autónoma de Zacatecas, por medio de su programa de Atención Psicológica a Distancia en el número 492 3030 8755 o el correo atencionpsicologicaadistancia@uaz.edu.mx.
De igual forma se puede recurrir a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la cual canaliza la atención al Centro de Bienestar y Acompañamiento Psicológico a través de los números 444 175 5579. O a la Universidad Autónoma de Yucatán por medio del teléfono 800 982 2826.
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