Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), confirmó que el Gobierno de México le congeló cuentas millonarias a Ovidio Guzmán, uno de los tres hijos del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán Loera, identificados como cabecillas del cártel de Sinaloa.
“Nosotros le congelamos las cuentas a Ovidio y a 330 personas vinculadas al cartel y hemos presentado la denuncia ante la Fiscalía. También hemos encontrado cosas raras”, expresó.
En una entrevista con el diario español El País, el funcionario señaló que “entre las cosas raras” se identificó que las hermanas de Ismael Mayo Zambada ganaron millones de pesos en un casino, pero “nadie gana millones de pesos en un casino”, por lo ve un buen indicador de posible lavado de dinero.
La declaración del funcionario se da en medio de una etapa en la que el cártel de Sinaloa busca crear un “escudo social” a través de la entrega de despensas en comunidades de distintos estados del país ante la emergencia sanitaria que se vive por el COVID-19.
También surge a casi siete meses después del llamado “culiacanazo”, como se le menciona popularmente al día –17 de octubre de 2019– en el que el Gobierno de López Obrador retuvo a Ovidio Guzmán durante horas en una casa en Culiacán, Sinaloa, a quien tuvo que liberar ante la respuesta violenta de la organización criminal que cerró los accesos a la capital e hizo muestra de fuerza con potente armamento y cientos de sicarios.
La jornada violenta dejó un saldo de ocho muertos y 16 heridos. Posteriormente, el Ejército reservó por cinco años los partes informativos.
El diario Milenio realizó una solicitud de información que fue respondida por la Secretaría de la Defensa Nacional, la cual señala que la reserva de información sobre el llamado “caso Ovidio” se sustenta en que quedó demostrada la “presencia real” del cártel de Sinaloa, su capacidad de organización y de fuego con lo que logró originar temor en la población y “presionó al gobierno federal para cesar las acciones que realizaban en su contra”.
Además, aseguró que la divulgación de esta información puede provocar que la delincuencia organizada “que opera en todo el país” estime los efectivos y capacidades del Ejército para tratar de emular en otras ciudades los hechos ocurridos en Culiacán.
Ovidio volvió a ser motivo de controversia el 30 de marzo de este año cuando el presidente López Obrador visitó Badiraguato, cuna de la familia, justo el día del cumpleaños 29 del hijo del narcotraficante.
La gira de ese día del presidente fue doblemente controvertida porque además fue hasta la camioneta de la madre del Chapo Guzmán, Consuelo Loera, a saludarla y a comunicarle que ya había recibido su carta.
En la misiva, Consuelo Loera pedía al presidente su intervención para conseguir una visa humanitaria que le permitiera visitar a su hijo, que cumple una sentencia de cadena perpetua más 30 años adicionales en la cárcel ADX Florence, en Colorado, conocida como la más brutal de Estados Unidos.
Ovidio Guzmán es el primero de los cuatro hijos que el Chapo tuvo con su segunda esposa, Griselda López Pérez.
Se le identifica como un miembro activo del cártel de Sinaloa y enfrenta cargos ante el Gobierno de Estados Unidos por conspiración para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana entre 2008 y 2018.
Ovidio Guzmán y su hermano Iván Archivaldo Guzmán supuestamente son investigados por la Fiscalía Federal en Washington, a causa de importación de drogas al país vecino y actividades de narcotráfico internacional.
El ratón, como también se le conoce, aparece en varios registros judiciales y del Tesoro en Estados Unidos por actividades relacionadas con lavado de dinero.
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