Por miedo a cerrar sus negocios, podrían ocultar contagios y muertos en la Central de Abasto de la CDMX

Desde que se aplicó las medidas de distanciamiento la afluencia bajó de medio millón de visitantes diarios a 400,000, por lo que se teme que la cifra oficial de contagios (25) no sea real

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Esta foto se tomó el
Esta foto se tomó el 19 de marzo, ya había comenzado la crisis de los contagios en el país y las personas aún no tomaban medidas para evitar los contagios en la Central de Abasto de la Ciudad de México Foto: (REUTERS/Gustavo Graf)

La Central de Abasto de la Ciudad de México es conocida por ser la de mayor actividad económica, se ubica en la alcaldía más poblada y donde actualmente hay más infectados de coronavirus de todo el país: se reportaron 1,419 hasta este jueves.

Este lugar es el principal centro de abastecimiento para mercados que dan de comer a las entidades cercanas, la gran mayoría de comerciantes se surte ahí y luego distribuye sus productos en sus lugares de origen, es por eso que es indispensable pero también un foco de contagio en alerta.

Antes de la pandemia el tránsito de miles de personas era habitual por sus pasillos desde la madrugada, sin embargo con las medidas sanitarias se restringió el acceso y disminuyó el tránsito, aún así cientos de personas se trasladan a diario porque sencillamente no pueden parar.

Se estima que un total, 90,000 personas se mantienen directamente de la actividad diaria de esta micro “ciudad” de más de 9,000 bodegas y locales, y cuyo volumen de transacciones financieras sólo es superado por la Bolsa Mexicana de Valores.

La afluencia bajó de medio
La afluencia bajó de medio millón de visitantes diarios a 400,000 Foto: (Andrea Murcia/Cuartoscuro)

Hasta el 25 de abril, la administración de la Central contabilizó un total de 25 casos de contagio por covid-19, de éstos dos fallecieron. La cifra de contagios parece ser demasiado conservadora, pero se teme que los locatarios puedan estar ocultando contagios para seguir laborando por miedo a perder su trabajo.

Cientos de locatarios trabajan más de 12 horas diarias y en el ajetreo optaron por no hacer caso a rumores que iban creciendo sobre sus compañeros infectados, hasta que supieron de varios conocidos que comenzaron a morir.

Cuando vieron que era en serio, ahí sí empezaron a cerrar”, reconoció el director general, Héctor Ulises García a Periodistas de a Pie.

Ulises García, calcula que estos días de contingencia sanitaria la afluencia bajó de medio millón de visitantes diarios a 400,000.

Se tomaron diversas medidas de
Se tomaron diversas medidas de sanitización, uso de cubrecbocas obligatorio y se restringió la entrada a una sola persona además de negar la entrada a población de riesgo y niños Foto: (Ulises RUIZ / AFP)

El hombre tiene bien identificado el momento en el que el coronavirus llegó a la Central de Abasto. Lo cuenta así: en abril, la dueña de un local que viajó a Europa contagió a sus familiares y a los trabajadores de esa bodega. A partir de ahí, el virus se propagó entre cargadores, carretilleros, personal administrativo, choferes que surtieron productos a buena parte del país.

La administración de la Central, dice en entrevista telefónica, se ha dedicado a rastrear los posibles contagios, pero “hay muchos bodegueros y comerciantes que se abstienen de informar que están enfermos. Por lo tanto, no tenemos información comprobable en términos de decir: aquí tienen, aquí no tienen”.

García relata que él se ha enterado de los casos a través de los chats que tienen algunos funcionarios con los bodegueros. Los locatarios no avisan porque temen que les cierren sus negocios.

La Central de Abasto es
La Central de Abasto es la más importante de la región y surte a miles de colonias de la Ciudad de México y entidades cercanas Foto: (Archivo)

El funcionario asegura que sólo han cerrado negocios que no atienden las medidas sanitarias básicas y los comercios no esenciales. Además, más de 10,000 puestos ambulantes fueron removidos para permitir la sana distancia.

Continuamente, dice, sanitizan las áreas comunes. Pero buena parte de su trabajo en estos días ha consistido en convencer los miles de trabajadores de la Central de Abasto de que el coronavirus sí existe, que la pandemia es un problema grave, y que si no se atiende va a perjudicar a todos los comercios del lugar.

Lo que estoy haciendo son barridos, para buscar a la gente que estuvo en contacto con personas enfermas. A ellos les están haciendo la prueba, aunque sean asintomáticos, que es lo que quiero descubrir. Me interesan más los asintomáticos para que no representen un riesgo de contagio, pero de por sí es difícil convencerlos”.

Desde el 15 de abril, la administración determinó obligatorio el uso de cubrebocas dentro de las instalaciones. Incluso, instalaron túneles sanitizantes, que después tuvieron que ser retirados porque podían ser contraproducentes, según comunicó la Secretaría de Salud.

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