El gobierno de Andrés Manuel López Obrador carece de toda una estrategia para el control y la reducción en la producción de drogas, de acuerdo con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, además de que los números se mantienen muy elevados en cuanto al tráfico de narcóticos.
“A pesar de la colaboración y progreso en ciertas áreas, el volumen de drogas peligrosas que entran a los Estados Unidos desde México y la violencia dentro del segundo, que ha sido potenciada por las organizaciones criminales, se mantiene a un nivel alarmante e inaceptablemente alto”, señalaron las autoridades estadounidenses.
“Como respuesta a esto, México necesita desarrollar e implementar una estrategia integral para reducir la producción y el tráfico de drogas, particularmente de opioides sintéticos, y privar a las organizaciones criminales trasnacionales de sus activos y su poder de fuego”, añadieron.
Así lo dio a conocer el Departamento de Estado en su Informe de estrategia internacional de control de narcóticos para marzo de 2020, a través de su Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia.
Sin embargo, alertaron, a pesar de que el gobierno de López Obrador creó la Guardia Nacional y su presupuesto para este año en cuestión de justicia y seguridad nacional incrementó un 7% comparado con 2019, “México carece de una estrategia general para el control de drogas con objetivos para reducir la producción y el tráfico de drogas”.
Las investigaciones efectivas y la implementación de un nuevo sistema de justicia penal siguen siendo desiguales mientras que la mayoría de los delitos no se denuncian
Por lo tanto, el Departamento de Estado estadounidense señaló que los gobiernos de ambos países norteamericanos deben definir objetivos compartidos para reducir la impunidad de las organizaciones criminales.
Entre estos objetivos se encuentran la reducción de la producción de drogas sintéticas, el cultivo de amapola y la producción de heroína. Además, “el desempeño de las autoridades debe centrarse en aumentar el número de investigaciones y enjuiciamientos de casos de delincuencia organizada”.
Ambos países acordaron en su momento enfocarse en tres áreas principales para combatir el tráfico de narcóticos: el control de contenedores marítimos, la vigilancia de la cadena de suministro de fentanilo por correo y el seguimiento y destrucción de precursores químicos.
Sin embargo, México se mantiene como el principal origen y país de tránsito para la cocaína, la heroína, la marihuana, la metanfetamina y los opioides sintéticos que están destinados a Estados Unidos. Resaltaron que más del 90% de la heroína incautada en el segundo país proviene del primero.
Reducción en la oferta de drogas
Desde junio de 2019, informaron, 46 laboratorios clandestinos y 24 bodegas que almacenaban precursores químicos fueron desmantelados, incluidas 50 toneladas de metanfetamina gracias a la actuación de la Secretaría de Marian (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR) mexicanas, con quienes las autoridades estadounidenses colaboran.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mexicana, por su parte, condujo múltiples incautaciones de drogas sintéticas, incluidas más de 293,000 pastillas de fentanilo, esto desde diciembre de 2018. Las unidades caninas donadas a diferentes dependencias del gobierno de México, además, asistieron en el aseguramiento de más de 1,500 kilos de metanfetamina, 26 kilos de fentanilo y casi 9,000 armas ilegales.
Pero, a pesar de todo, las autoridades estadounidenses remarcaron que se mantiene una “producción industrial” de narcóticos. Y es que, de acuerdo con el Departamento de Estado, las organizaciones criminales y cárteles mantienen si no es que han aumentado, su producción y tráfico de drogas, ayudados sobre todo por los “altos niveles de corrupción e impunidad”.
Combate a la corrupción
A pesar de la situación alarmante por la corrupción mexicana, el Departamento de Estado elogió al gobierno de López Obrador por su combate. “El presidente ha tomado acciones legislativas y políticas específicas para combatir la corrupción endémica de México”, precisó el documento.
Y es que la actual administración ha recalcado desde las campañas presidenciales de 2018 que una de sus banderas principales es el combate a la corrupción. Además, el gobierno estadounidense ve con buenos ojos la creación de la Fiscalía General de la República (FGR).
“Muchas partes interesadas ven la creación de la FGR, más independiente (que su antecesora, la PGR), como una oportunidad para restablecer el sistema fiscal, combatir la corrupción y apoyar el estado de derecho”, concluyeron.
Además, destacaron también que el gobierno de López Obrador ha procesado a ex funcionarios de alto perfil, como Emilio Lozoya, el ex director de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), acusado de delitos de cohecho, defraudación fiscal y lavado de dinero, así como la de Juan Collado, acusado de lavado de dinero y delincuencia organizada. Éste último fue abogado del ex presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
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