El parón indefinido de producción, distribución y venta de cerveza en México es una gran afectación para todos los consumidores, pero también una pesadilla para las grandes compañías cerveceras que reportan pérdidas millonarias día con día, así como para sus trabajadores.
La industria de las bebidas alcohólicas no es esencial para el gobierno mexicano y sus medidas sanitarias, pues a principios de abril se les pidió frenar todas las actividades de producción y distribución para el cuidado de la salud de sus empleados.
En varios municipios, alcaldías, ciudades y hasta estados enteros optaron por implementar una definitiva “ley seca” para el consumo de bebidas embriagantes e incluso en algunos pusieron horarios de inicio y final de la venta en establecimientos.
El resultado de las acciones implementadas como medida de prevención contra la ola de contagios provocó el desabasto en tiendas de abarrotes, de autoservicio y expendios, tras un mes de dar ponerle freno a la industria.
Cerveceros de México dio a conocer, a través del diario Milenio, que las medidas comprometieron toda la cadena de valor, misma que da empleo a más de 65 mil familias. Desde agricultores y hasta las encargadas de su venta se ven afectados.
Karla Siqueiros, directora general de Cerveceros de México, aseguró en una entrevista que todos los empleos fueron resguardados por las empresas. Personal administrativo y operativo trabaja en formato home office, no así los obreros, que se mantienen a la espera de una fecha para el regreso de sus actividades.
La más grande preocupación del sector, aseguró Siqueiros, es perder su titulo como una de las más grandes potencias en la exportación de cerveza. Durante 2016, por ejemplo, se exportaron 3.34 millones de hectolitros por un un total de 404.8 millones de dólares al mes.
“Estamos atentos a que eso suceda (reanudación de actividades) para trabajar en conjunto, podamos salir fortalecidos y echar a andar el país. Hemos tenido acercamientos con diferentes autoridades; estamos listos para reanudar operaciones de forma segura. Es una decisión que tiene que tomar la autoridad sanitaria", dijo a Milenio.
En México son 21 las entidades que decidieron sumarse a las medidas de prohibición, restricción o regulación de la venta y consumo de bebidas alcohólicas. Tabasco, Yucatán, Sinaloa y Puebla son los estados que decretaron “Ley seca” por coronavirus de manera total. En otros 17 estados las medidas son más bien municipales.
Sonora y Campeche decidieron regular los horarios de venta, mientras que Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí, Tlaxcala, Baja California, Colima e Hidalgo no adoptaron ninguna prohibición al respecto; sin embargo, en estos estados también se terminará el abasto tarde o temprano, pues el freno a la distribución es una indicación del gobierno federal.
Las situaciones que han orillado a una “ley seca” son bastas. Desde prevenir la organización de fiestas o la apertura de bares clandestinos y el transporte ilegal del producto en violación a los decretos oficiales, hasta evitar las reuniones que lleven a escenarios de violencia.
Sin embargo, las prohibiciones condujeron a diferentes personas a buscar alternativas como la fabricación de sus propias sustancias a partir de alcohol industrial, mismas que dejaron un total de nueve personas fallecidas en Jalisco por intoxicación.
Hasta el momento no se ha dado una fecha para el regreso de las actividades cerveceras, pero otros sectores como el automotriz podrían hacerlo en un corto periodo de tiempo, en conjunto con las de Estados Unidos y Canadá.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: