El Instituto Mexicano del Seguro Social rescindió el contrato para la adquisición de 2 mil 500 ventiladores médicos con la empresa Levantig Global Servicios LLC, propiedad de Baldemar Pérez Ríos, por incumplir con el plazo de entrega.
Los ventiladores que se utilizarían para atender la pandemia por Covid-19 debieron ser entregados el 14 de abril, 15 días naturales después de la firma del contrato, pero los dispositivos no llegaron. El contrato con IVA incluido ascendía a 93 millones de dólares, que al tipo de cambio del 30 de marzo, cuando se firmó, eran unos 2 mil 223 millones de pesos.
En un documento interno del IMSS, al que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) tuvo acceso, fechado el 16 de abril del 2020, firmado por Juan Pablo Villa Barragán, titular de la Coordinación de Planeación e Infraestructura Médica, se explica la razón por la cual la institución médica decidió cancelar el contrato.
“El mencionado proveedor no realizó la entrega de los bienes en el término establecido”, dice el documento dirigido a Rubén González Herrera, titular de la Coordinación de Adquisición de Bienes y Contratación de Servicios del IMSS.
“El mencionado proveedor ha incumplido con lo establecido en el contrato, en virtud que a la fecha no ha llevado a cabo la entrega, recepción, distribución, instalación, puesta en operación y capacitación de los bienes adjudicados. Originando una grave afectación a la asistencia médica a los derechohabientes”.
El contrato era por tres modelos de ventiladores adulto/pediátrico: 500 ventiladores de traslado pediátrico, además de dos mil ventiladores adulto-pediátrico de dos tipos distintos, aunque no se especifican las características de cada uno.
El pasado 3 de abril, MCCI dio a conocer que el IMSS adjudicó de manera directa un contrato con la empresa Levanting Global Servicios LLC por 2 mil 500 ventiladores pulmonares para atender la contingencia Covid-19.
Posteriormente, MCCI publicó cuestionamientos de tres expertos en aparatos biomédicos que señalaron el elevado costo de los equipos encargados por el IMSS; manifestaron además que ellos, con décadas en el mercado de estos aparatos, nunca habían escuchado de la empresa que recibió el contrato.
El 8 de abril, MCCI reveló que la proveedora del equipo médico era una empresa de servicios petroleros que fue constituida el 24 de febrero de 2015 en Missouri City, en la zona conurbada de Houston, Texas. En los registros de la oficina de finanzas de Texas, hasta 2018 aparecía como director de la empresa Baldemar Pérez Ríos (también mencionado como Baldemar Ríos, e incluso en otros documentos se le identifica como Valdemar).
Pérez Ríos fue sentenciado por juez federal en julio de 2017 en Estados Unidos por haber servido de supuesto testaferro en el fraude millonario de una compañía “fantasma” que engañó a inversionistas estadounidenses e intentó estafar a Pemex.
Además, en el año 2007, Ríos fue investigado en México por la Secretaría de la Función Pública por tejer una red de 30 “empresas fantasma” con las que se hizo de contratos millonarios con Pemex entre los años 2000 y 2010. Las investigaciones derivaron en la inhabilitación de una de sus empresas, pero no impuso penas a los accionistas.
Según información que dio el IMSS a MCCI a principios de abril, se esperaba que el viernes 10 de ese mes llegara el primer embarque de ventiladores, y posteriormente cada semana se irían entregando otros, divididos en dos embarques de mil respiradores cada uno. El documento que hoy aquí se publica revela que dichas entregas nunca ocurrieron. Fuentes extraoficiales del Seguro Social indicaron que no descartan acciones penales contra la empresa texana por incumplimiento.
La agencia de noticias Bloomberg publicó el 15 de abril pasado que buscó al fabricante Beijing Aeonmed Co. –marca de al menos una parte de los 2 mil 500 ventiladores comprados a la empresa de Ríos Pérez– y ésta informó que no tenía un acuerdo ni con Levanting Global Servicios ni con el Gobierno mexicano para exportar ventiladores. La empresa dijo que desconocía el contrato, a la intermediaria y la supuesta entrega de ventiladores.
El contrato con Levanting Global –del que MCCI tiene copia– contenía una cláusula en la que el IMSS se comprometía a entregar por adelantado el 30% del monto total del contrato mediante transferencia electrónica interbancaria.
Sin embargo el jueves 16 de abril Zoé Robledo, director del IMSS, declaró que la institución no pagó un peso de esos ventiladores y que pagarían hasta que los recibieran y verificaran que cumplían con los requerimientos acordados en el contrato.
Además el contrato establecía una pena convencional por cada día natural de atraso en la entrega de los equipos, equivalente al 1.25% sobre el valor de los bienes.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: